vitoria. La bonanza clasificatoria en la Euroliga contrasta sobremanera con los apuros que está viviendo el Baskonia en la Liga ACB, donde todavía no ha enderezado del todo un rumbo torcido desde las primeras semanas de competición cuando firmó tres derrotas en las cuatro jornadas iniciales. La dolorosa derrota cosechada ayer ante el Valencia Basket supuso un paso atrás en las aspiraciones azulgranas de incrustarse definitivamente en la zona noble. Transcurrida ya más de una cuarta parte de la fase regular y a falta de ocho partidos para que quede conformado el cuadro final de la Copa del Rey prevista en Málaga, la formación adiestrada por Sergio Scariolo ocupa una inquietante séptima plaza.
Con un irregular balance hasta la fecha de cinco triunfos y cuatro derrotas, los alaveses poseen idénticos números que el CAI y podrían verse igualados mañana por el Cajasol en el caso de que los sevillanos ganen su encuentro pendiente en Murcia. Por delante de todos ellos, figuran el Barcelona y el Gran Canaria, ambos con seis éxitos, el Unicaja -con siete-, el Valencia -ocho- y el intratable Real Madrid, líder imbatido y hoy en día posiblemente el bloque más en forma del Viejo Continente.
Lo cierto es que el Baskonia, ya con los deberes hechos en la Euroliga una vez amarrado el billete matemático para el Top 16, deberá continuar remando durante las próximas semanas a nivel doméstico para no poner en peligro su presencia en la cita malagueña. De los siguientes ocho compromisos, ya se ve en la necesidad de solventar al menos cuatro -y, de paso, contar con un buen basket average- para materializar un objetivo francamente asequible que en las altas esferas del Buesa Arena se da por descontado. El problema reside en que, a corto plazo y antes del cierre de 2013, toca afrontar tres desplazamientos (Joventut, Bilbao Basket y Río Natura Monbus) por únicamente un único compromiso casero (Iberostar Tenerife). Antes de que se clausure la primera vuelta, aguardarán ya dentro del 2014 en casa el Barcelona y el CAI Zaragoza, mientras que a domicilio esperan el Gipuzkoa Basket y el Fuenlabrada.
Bien haría, por tanto, el conjunto alavés en no dormirse en los laureles porque la meta no es otra que amarrar una de las cuatro primeras posiciones ligueras que, en teoría, garantizarán a un adversario más asequible en el primer cruce del evento copero. De lo que no hay ninguna duda es que el tren del segundo puesto de la fase regular ya se escapa para un equipo que ayer desperdició una ocasión inmejorable de seguir metiendo presión a los primeros clasificados. El Valencia Basket ya le saca tres cuerpos de ventaja, mientras que el Unicaja -sorprendente verdugo del Barcelona en el Palau Blaugrana- también ha metido algo de tierra de por medio. Un problema añadido es que el adinerado cuadro catalán también se halla envuelto en serios problemas y deberá escalar en busca de una ubicación más cómoda durante las próximas semanas.