vitoria. Para que el Baskonia sellara en la noche de ayer su pasaporte para el Top 16 debían cumplirse dos premisas. Por un lado que el combinado baskonista sumara el triunfo ante el Lietuvos Rytas y, por otro, que el Panathinaikos hiciera lo propio en Atenas contra el Estrella Roja. A priori, ambos parecían factibles pero, a la hora de llevar la teoría a la práctica, el asunto no fue tan sencillo ni mucho menos. No tanto por los problemas que planteó el conjunto lituano en el Buesa Arena -que los hubo-, como por la enorme resistencia que planteó el Estrella Roja.
Durante los cuarenta minutos de la contienda la escuadra balcánica tuteó al potente Panathinaikos y estuvo con opciones de dar la sorpresa hasta los instantes finales. Ambos conjuntos fueron alternándose en el marcador con muy exiguas diferencias a su favor y así se llegó hasta el inicio del cuarto final (52-48). Esta misma dinámica se mantuvo durante los diez minutos decisivos y el nerviosismo comenzó a surgir entre los aficionados helenos y, como consecuencia, también entre los baskonistas.
Al final, la balanza se decantó del lado local por los errores visitantes y el acierto de Gist (acabó con 26 de valoración tras anotar 15 puntos y capturar 5 rebotes). Dos tiros libres fallados por Radenovic con 63-61 a falta de dos minutos más una pérdida del propio jugador fueron respondidos con dos canastas consecutivas de Bramos que abrieron la brecha definitiva.