Vitoria. El Lietuvos Rytas agoniza en la Euroliga por culpa de una pésima racha que le ha llevado a perder de una tacada los seis últimos encuentros de la competición. El conjunto báltico se encuentra de capa caída y virtualmente eliminado de la pelea por conseguir el pasaporte hacia el Top 16. Únicamente, las matemáticas le mantienen todavía con un mínimo halo de vida, aunque este viernes puede certificar su acta de defunción definitiva si cosecha un nuevo traspié en el Fernando Buesa Arena.
Tras arrancar a lo grande el torneo dando la sorpresa en la jornada inaugural ante el Panathinaikos, que cayó en el Siemens Arena en la prórroga por un ajustado marcador (84-83), el bloque adiestrado por Dirk Bauermann se ha desinflado hasta límites insospechados. En la mayoría de sus comparecencias, ha recibido severos correctivos y apenas tuvo opciones reales de superar al Maccabi al amparo de sus seguidores en el marco de la cuarta jornada (74-76). Hace dos semanas, también puso en serios aprietos al Panathinaikos en el OAKA, pero se derrumbó sin paliativos en una segunda parte de nítida supremacía helena.
Por tanto, el Laboral Kutxa afronta a priori la llegada de un rival propicio para seguir engordando su casillero de triunfos y, de paso, certificar su billete matemático para el Top 16. Los alaveses harán realidad su objetivo si superan a los bálticos y el Estrella Roja hinca la rodilla en su visita al Panathinaikos, que se juega literalmente la vida en esta jornada cuando todo hacía indicar que era uno de los claros candidatos al liderato nada más quedar configurado el grupo D. Se trata de una combinación relativamente sencilla siempre que impere un mínimo de lógica en los dos encuentros.
A favor de los pupilos de Scariolo también jugará la capital ausencia de Omar Cook en la dirección de juego lituana. El exbaskonista sufrió una lesión muscular en el último duelo continental ante el Lokomotiv Kuban que le mantendrá alejado de las canchas entre dos y tres semanas. Al carecer de un segundo timonel puro en su plantilla, a Bauermann se le ha originado un problema mayúsculo que le obliga a innovar. Lo normal es que el antiguo seleccionador alemán improvise con alguno de sus exteriores para llevar las riendas del equipo. Los indicados para ejercer dicha labor serán Gecevicius, su auténtico faro ofensivo, Tepic y Babrauskas.
En cualquier caso, las reservas están justificadas ante el pésimo recuerdo de la última visita del Lietuvos Rytas al recinto de Zurbano. El 26 de enero de 2011, en partido correspondiente a la segunda jornada del Top 16, un triple de Khalid El-Amin congeló en el último suspiro el ánimo de los aficionados azulgranas. Pese a ello, el conjunto dirigido en aquel momento por Dusko Ivanovic acabó primero de su lote.