DESPUÉS de los muchos vaivenes que había deparado para el Laboral Kutxa su participación en la Euroliga en los últimos cursos, al inicio de la presente temporada se dejó claro desde las más altas instancias del club cuál debía ser el objetivo mínimo del equipo en la mejor competición continental. Éste no era otro que acceder al Top 16. Pues bien, tras la notable victoria de ayer frente al histórico Panathinaikos el Baskonia tiene ya pie y medio en la segunda fase de este torneo.
Bien es verdad que todavía no lo ha certificado de manera matemática pero únicamente una debacle de dimensiones estratosféricas y muy poco probable en estos momentos privaría al conjunto de Sergio Scariolo de escribir su primera cruz en la lista de propósitos de la presente campaña. Si todo discurre dentro de lo que cabría considerarse lógico, dentro de una semana el pasaporte para el Top 16 será ya una gozosa realidad.
Para ello, deberán cumplirse dos premisas. Por un lado, el Laboral Kutxa tiene que superar al Lietuvos Rytas en el Buesa Arena. Aunque, como todos los encuentros de la Euroliga, será complicado, lo cierto es que el éxito en este choque se presenta como un objetivo perfectamente asumible para los azulgranas. Junto a ello, tendría que producirse también la derrota del Estrella Roja en Atenas frente a la víctima baskonista de ayer. Al margen de que, sobre el papel, el Panathinaikos dispone de bastante mayor potencial que los serbios, el hecho de que el cuadro griego no puede permitirse un tropiezo en su feudo si desea evitar cualquier tipo de contratiempo en su camino hacia la siguiente fase juega a favor de los intereses vitorianos.
Si todo ello se cumple, la presencia baskonista en el Top 16 se confirmará dentro de apenas siete días. Una circunstancia que, sin duda, debe entenderse como un notable éxito. Más todavía, teniendo en cuenta los innumerables problemas físicos que han afectado a la plantilla desde el inicio de la competición y que le han privado de piezas fundamentales durante bastantes compromisos.
Con el objetivo inicial cumplido, a partir de ahora toca pelear por el mejor puesto posible del grupo y soñar con los cuartos de final.