vitoria. El grupo D de la Euroliga se va aclarando con el paso de las jornadas. Los favoritos empiezan a hacer honor a su condición, mientras que el Lietuvos Rytas se está topando con la cruda realidad de su negro porvenir en esta primera fase de la Euroliga. El conjunto báltico, pisoteado hace una semana por el Baskonia, mejoró ayer su imagen ante el Maccabi, pero ello resultó insuficiente para obtener el triunfo tras un partido (74-76) en el que siempre fue a remolque. Una paliza se cernía sobre su figura al descanso (33-45), aunque los pupilos adiestrados por David Blatt se relajaron en exceso y estuvieron a punto de coquetear con el desastre cuando un arreón liderado por Gecevicius le devolvió la delantera a los locales en el marcador a poco más de un minuto para el epílogo (71-70). Sin embargo, el meritorio intento de rebelión lituano fue sofocado a falta de cinco segundos con una milagrosa canasta de Tyrese Rice tras un rebote ofensivo de Shawn James.

En la isla de Creta, otro exilio a la carta ordenado por la Euroliga para que el Panathinaikos cumpliese su segundo partido de sanción tras la surrealista rebaja de la sanción, saltó la sorpresa. El Lokomotiv Kuban mandó con claridad durante todo el choque, pero un ramalazo de casta de los helenos en el último cuatro instaló la incertidumbre. Cuando todo hacía indicar que el duelo se encaminaba hacia una prórroga tras un triple de Diamantidis, un increíble lanzamiento de Krunoslav Simon desde más allá de 6,75 metros permitió a los rusos colocar el definitivo 69-72. Maccabi y Lokomotiv lideran el grupo con tres triunfos.