vitoria. Al Baskonia le ha mirado definitivamente un tuerto. Lo avisó Scariolo por la mañana en la previa dejando un evidente halo de inquietud. El italiano desveló que dos jugadores del plantel estaban "tocados" en vísperas de afrontar el comienzo de la Euroliga ante el Maccabi, pero sin embargo se negó a dar sus nombres hasta que los exámenes médicos confirmaran con exactitud la gravedad de las dolencias. A media tarde, se disipó una de las dudas quedando en el aire la identidad de la segunda pieza aquejada de problemas físicos. Daniel Clark, el temporero fichado hace semanas por la dirección deportiva para suplir al lesionado Leo Mainoldi, permanecerá de baja "un periodo indeterminado de tiempo" debido a una osteocondritis en su rodilla derecha, según la nota oficial del club vitoriano.
Por tanto, nadie sabe a ciencia cierta el número de partidos que se perderá el ala-pívot británico, descartado este verano por el CAI debido a un edema óseo en su tobillo y cuyo vínculo finaliza el próximo 20 de noviembre una vez esté restablecido el argentino. Al tratarse de una dolencia que cualquier profesional deja atrás a base de descanso y obliga a supervisarla día a día, cabe la posibilidad de que el exestudiantil haya puesto fin ya a su corta experiencia en la capital alavesa. Esta nueva ausencia debilita todavía un poco más el, ya de por sí, controvertido juego interior del Laboral Kutxa. Para recibir al Maccabi, uno de los grandes cocos del grupo que cuenta bajo los aros con el intimidador Shawn James y un Schortsanitis bastante lejos de su plenitud física, la rotación de Scariolo se reducirá a únicamente Nocioni -un alero reciclado a falso cuatro que está predestinado a sufrir de lo lindo en Europa ante pares mucho más fornidos por su falta de envergadura-, Hamilton y Pleiss. Las opciones de que el transalpino conceda la alternativa durante algunos minutos al bisoño Ilimane Diop son más bien escasas.
Con todo, el Baskonia deberá permanecer al margen de los numerosos contratiempos físicos que viene sufriendo desde la pretemporada si quiere estrenar la Euroliga con una sonrisa en el rostro. Tras los terribles apuros vividos en las primera fases correspondientes a las dos pasadas ediciones, el objetivo reside en hacerse fuerte en el Fernando Buesa Arena para no verse obligado a protagonizar alguna heroicidad en los complejos desplazamientos que le aguardarán a Nicosia, Vilnius, Moscú, Belgrado y Tel Aviv. El americanizado Maccabi, que viene de perder en la jornada inaugural de su torneo doméstico ante el Hapoel Holon, será un hueso duro de roer si impone su anárquico baloncesto basado en el uno contra uno y la incesante búsqueda del triple.
scariolo, esperanzado El preparador italiano recordó ayer que "jugamos frente a un histórico de Europa", de ahí que sus pupilos se vean obligados a firmar una actuación prácticamente perfecta para evitar la tercera derrota en otros tantos partidos oficiales. "Nuestra exigencia es alta y hay que dar otro paso adelante. El nivel de ansiedad y la precipitación que tuvimos en la primera parte frente al Gran Canaria nos llevó a interpretar mal el partido y no podemos permitírnoslo otra vez. Debemos demostrar que hemos superado ese punto y arrancar el torneo con la conciencia de que no se pueden tener momentos de precipitación y ansiedad", advirtió el de Brescia, confiado por el hecho de que "el grupo ha dado sus evidentes pasos al frente desde el primer amistoso en Francia".