vitoria. Nocioni fue el encargado ayer de valorar la actualidad de un equipo inmerso ya en la semana de su debut liguero y, como no podía ser de otra forma, se refirió a la enésima técnica sufrida en su carrera deportiva. "El que me ficha sabe quién soy y sabe lo que hago. Trataré de mejorar eso y hacerlo lo mejor posible en el próximo partido... o callarme un poco más la boca", admitió el argentino, que desea hacer borrón y cuenta nueva tras una desafortunada acción que le relegó al banco durante casi toda la segunda parte.

Ahondando un poco más en un asunto tan reincidente como el de sus protestas a los colegiados, el Chapu admitió que su carácter ya es incorregible en un punto de su carrera donde no está dispuesto a modificar su temperamental personalidad. "No me pongo a pensar en eso, siempre fui así toda mi vida. Tengo 34 años como para cambiar. Trataré de que eso no perjudique al equipo en momentos claves. Lo demás, siempre lo hice y siempre lo haré", aclaró.

En los mismos términos que acaba de pronunciarse Josean Querejeta, el santafesino trasladó un mensaje de optimismo tras el sopapo encajado ante el Barcelona. "Todavía nos queda mucho por crecer. No hicimos un buen partido, pero este equipo puede ser mucho más competitivo. Es temprano para sacar conclusiones, ahora cuenta el trabajo y la dedicación. Estamos entrenando con muchas ganas y los resultados se verán pronto para tranquilidad de todos", apaciguó Nocioni sin obviar tampoco que "la Supercopa es un torneo que se juega en una fase de la temporada en la que los equipos no están al cien por cien y normalmente lo que pasa en ella no sucede en otras competiciones".

Con respecto al Barcelona, a su juicio, "existe una diferencia grande en la parte económica", aunque aclaró que "eso no es lo más importante, ya que a veces se puede crear el mejor equipo con una buena gestión de los jugadores". El albiceleste aguarda, por último, con ansias el bautismo liguero ante el Gran Canaria. "Lo estamos esperando para sentirnos conformes con nosotros mismos y dar un mensaje de tranquilidad. Es normal que haya nervios, pero quizá demasiados", lamentó.