vitoria. Se han acabado las bromas. Los principales aspirantes a pelear por las medallas comenzarán a verse las caras en la segunda fase que arranca hoy. Y entre ellos, perseguida por el despiste que supuso una derrota ante Eslovenia, se encuentra la vigente campeona, una España en la que sus jugadores son conscientes de que el camino se tornará mucho más empinado y sinuoso en este segundo tramo del Eurobasket, empezando ya por el primer partido, el de mañana, ante una Grecia que se juega la vida.
"Ahora empieza lo serio", aseguraba Fernando San Emeterio. "Grecia está contra las cuerdas y será un partido muy difícil", añadía el alero del Laboral Kutxa, quien no se mostró en absoluto ajeno a los rumores que ha generado en el entorno la dificultad que ha encontrado el equipo, sobrado de talento pero huérfano de algunas de sus estrellas, para atacar en estático.
"Estamos donde queríamos estar, en la segunda fase, con sólo el tropiezo ante Eslovenia que creo que nos ha servido para mejorar. No hemos estado muy finos en ataque, pero ahora empieza lo serio. En el primer partido nos vamos a encontrar a una Grecia que está contra las cuerdas y la victoria sería muy importante para dejarles casi definitivamente descolgados", manifestó el jugador cántabro.
No se fía San Emeterio de lo que reza la clasificación. Grecia aparece en la tabla del Grupo F como el único equipo que accede a la segunda fase con dos derrotas, pero es un equipo con una enorme calidad, y además herido. "Hemos jugado serios, muy bien defensivamente. Pero ahora los rivales son de mayor entidad, han pasado una criba, como nosotros, y serán más peligrosos. Grecia es la única selección del grupo que comienza con dos derrotas, pese a ser una de las favoritas inicialmente, y eso la hace más peligrosa. Sería importante, anímicamente, comenzar esta fase ganando", zanjó el santo.
Juan Antonio Orenga ha aleccionado a sus pupilos de cara al choque ante el combinado heleno. Quiere evitar excesos de confianza y parece que en el vestuario se ha captado el mensaje. "Grecia se puede permitir pocos tropiezos. Va a salir con el cuchillo entre los dientes", aseguraba Sergio Llull.
El equipo que dirige el italiano Andrea Trinchieri se complicó la vida tras caer frente a Finlandia en el último envite de la primera fase, pero dispone de un plantel muy equilibrado, que combina jugadores de gran talento con piezas que aportan mucho trabajo. Será una piedra de toque ideal para España.