llegaron sin hacer apenas ruido, por la puerta de atrás, pero realizan una labor fundamental en estas primeras semanas de la pretemporada del Laboral Kutxa. Mientras la mitad de la plantilla azulgrana se juega las castañas a un lado y otro del Atlántico en torneos de selecciones, Sergio Scariolo dispone de un ejército de jornaleros silenciosos que echan una mano en las maratonianas sesiones de trabajo y aprovechan la coyuntura para alcanzar un óptimo estado físico a la espera de encontrar equipo.

Dragan Labovic, Andrea Crosariol, Sergio Sánchez Filip Videnov, Sergio Alonso y Alberto Ogueta conforman junto a los jóvenes de la cantera Carlos Martínez, Daniel Barbieri, Mamadou Diop y Rinald Malmanis y a los cuatro jugadores de la primera plantilla que no están con su selección ni lesionados, Andés Nocioni, Walter Hodge, Fabien Causeur y Lamont Hamilton, el heterodoxo grupo que trabaja a las órdenes de Sergio Scariolo. Los temporeros, algunos jugadores de calidad que aún confían en recibir alguna oferta interesante para iniciar el curso en equipos de primer nivel, aportan un toque de color. Y buen humor, como demostraron ayer tras el entrenamiento, cuando expresaron su satisfacción por la posibilidad que se les ha presentado de trabajar en el seno de un club de primer nivel como el Baskonia y a las órdenes de un técnico como Scariolo, a quien alabaron.

"Es un placer estar aquí en Vitoria. Estoy feliz, porque me ha permitido encontrar un equipo para trabajar después de mi lesión. Sin duda, esta es la mejor pretemporada de mi carrera", aseguraba Dragan Labovic, ala-pívot serbio que ha pasado varios meses en blanco. "Están siendo días de mucho trabajo pero es una suerte poder estar aquí, en Vitoria, en un equipo de este nivel", añadía el italiano Andrea Crosariol, quien tampoco escondía que estas primeras jornadas de entrenamiento, centradas principalmente en el apartado físico, están resultando "duras".

Deben serlo. El inicio de la pretemporada, tanto en el Laboral Kutxa como en cualquier otro equipo, coincide con las sesiones en las que los jugadores tratan de adquirir el tono físico que les permita alcanzar el arranque de la competición oficial en buen estado físico. Apenas les queda tiempo para nada más que para entrenar. El Buesa Arena se ha convertido por unos días en su casa. Dobles sesiones, que arrancan a las 10.30 y a las 17.00, copan su agenda. El resto lo destinan a comer y dormir, aunque hay quien ha sacado un rato para conocer Vitoria. Es el caso de Videnov y Labovic. "A veces me doy un paseo por la ciudad, es una ciudad muy agradable. Hay muchos cafés en el centro. Me gusta sentarme en alguna terraza a tomar algo", expone Labovic.

No son en todo caso días fáciles para ellos. Todavía no tienen el sustento del próximo año asegurado. La situación financiera del baloncesto dibuja un panorama complicado. "Está jodido todo en general, y el deporte no se escapa. La situación no es nada buena. Hay que ser profesional y ahora cuando no tengo equipo debo trabajar al máximo aquí para poder llegar en buena forma", manifiesta Sergio Sánchez. El veterano base que militó, entre otros equipos, en el Lagun Aro y el Fuenlabrada, ha recibido algunas ofertas, pero ninguna que le haya convencido. "Este año está siendo muy difícil, especialmente difícil", confiesa Videnov, con experiencia en Real Madrid, Cajasol o Granada. "Esperaba encontrar un buen contrato en Turquía, donde he jugado las dos últimas temporadas y me conocen. Pero no pasó y sigo esperando opciones. La situación financiera en Europa está muy complicada, salvo en Rusia, Turquía y quizá Ucrania. Pero no tengo prisas. Lo que pase, pasará", añadía.

A pesar del cansancio acumulado, estos temporeros del carácter, estos jornaleros del baloncesto, regalan una sonrisa. Están felices, dentro de la incertidumbre, ante todo de poder trabajar a las órdenes de Sergio Scariolo. "Es uno de los mejores entrenadores de Europa", asegura su compatriota Crosariol. "Trato de aprovechar el tiempo que esté aquí para sacar el máximo partido a lo que me enseñe", apunta Sergio Sánchez, quien no tiene dudas sobre el futuro que le espera al nuevo Baskonia con el técnico de Brescia. "El Baskonia siempre va a ser competitivo. Lo especial de este club siempre es su adn. Se caracteriza por el pundonor, por la garra, y aunque es verdad que han hecho este año una reestructuración grande, van a competir seguro y van a tener un buen equipo como siempre".