VITORIA. Lleva camino de convertirse en un clásico, pero la historia se repite torneo tras torneo. Una vez más, aunque aún tiene mucho tiempo para enmendarlo, la selección de Turquía hace oposiciones para convertirse en la gran decepción del Eurobasket de Eslovenia. Ayer, en la jornada inaugural, cayó contra pronóstico frente a una ordenada selección finesa que supo sacar partido a sus virtudes y al mismo tiempo sacar a relucir la falta de desempeño colectivo del cuadro otomano, que llega a la cita con numerosas estrellas aparentemente dispuestas a hacer la guerra por su cuenta.

Petteri Koponen, base del Khimki, fue el gran líder de Finlandia. Acabó con 12 puntos y 9 rebotes. El veterano Hanno Mottola, que tuvo un paso efímero por el Baskonia a comienzos de siglo, aportó su grano de arena con 6 puntos en los 15 minutos que estuvo sobre la cancha. El mejor de los turcos en la estadística fue otro viejo conocido de la afición del Buesa Arena, Erden Arslan, que aportó una docena de puntos mientras estrellas como Turkoglu, Ilyasova o Asik rendían muy por debajo del nivel esperado.

También resultó en cierto modo sorprendente el triunfo de Gran Bretaña ante Israel en un partido que el conjunto hebreo, liderado por Omri Casspi y un buen Lior Eliyahu, dejó escapar una ventaja de cinco puntos en los últimos segundos, lo que el equipo de Devon Van Oostrum aprovechó para llevar el duelo a la prórroga y apuntarse una importante victoria.

El base del Baskonia apenas disputó tres minutos, en la primera mitad del choque, en los que no logró anotar.