Vitoria. La selección española acudirá a Eslovenia dentro de dos semanas como la gran candidata al oro del Eurobasket. A pesar de la ausencia de jugadores de enorme peso en la dinámica del equipo, el combinado que dirige Juan Antonio Orenga se ha conjurado para sumar su tercer título continental consecutivo en un torneo al que también otros favoritos se presentarán con bajas.
La fase de preparación, aun con sus altibajos, está dejando en evidencia la solvencia del vigente campeón. España ha sumado cinco victorias en otros tantos compromisos amistosos y ofrece la impresión de ir mejorando en sus prestaciones conforme avanza el calendario y se aproxima la cita. El viernes, ante la Francia de un Thomas Heurtel que supo sacar partido a la ausencia por precaución de Tony Parker, el equipo estatal añadió la última muesca a su cinturón (85-76) y demostró ser capaz de vencer también ante uno de los teóricos gallos del inminente campeonato. Sus triunfos previos, ante Polonia (70-66), Alemania (85-54) y Macedonia (66-61 y 77-55) se habían tomado como pruebas de escaso calado en las que el combinado español exhibió su potencial pero también alguna carencia.
Juan Antonio Orenga dispone de uno de los jugadores más determinantes del Viejo Continente. Marc Gasol, elegido mejor defensor de la pasada campaña en la NBA, asume el rol de estrella en un equipo que, sin embargo, echa especialmente en falta a los ausentes en la pintura. El jugador de los Grizzlies aparece como una garantía. Marca la diferencia en ambas zonas del campo, pero no tiene recambio.
Sin Pau Gasol, Serge Ibaka y el incombustible Felipe Reyes, todos ellos fuera de la lista, Orenga ha concedido más galones en la posición de cuatro a un Víctor Claver que por ahora no acaba de convencer. Más allá del valenciano, aguardan en el banquillo interiores como Xavi Rey, Pablo Aguilar y Germán Gabriel, jugadores de primer nivel en la Liga Endesa pero menores en el panorama internacional. La soledad del mediano de los Gasol, a quien Orenga deberá proteger de lesiones o faltas, puede entenderse como el principal punto débil de un equipo que en otros puestos va más sobrado.
Es el caso, por ejemplo, de los bases. España cuenta con tres de los cinco mejores directores de juego del campeonato: Ricky Rubio, José Manuel Calderón y un Sergio Rodríguez que llega de dulce a la cita, hasta el punto de haber contraído méritos para hacerse con el puesto de titular. El exbaskonista Calderón, también con excelentes sensaciones, ha dado un paso al frente como anotador. Orenga ha optado por utilizar dos bases en la difícil misión de cubrir otra ausencia determinante como es la de Juan Carlos Navarro. Tanto el extremeño como Sergio Llull suelen compartir pista con alguno de los timoneles en la posición de escolta.
El puesto de alero tiene un dueño fijo: Rudy Fernández. El exterior del Real Madrid, en teoría otro de los referentes de este equipo por trayectoria y talento, está por delante de Álex Mumbrú y Fernando San Emeterio, quien en los últimos partidos parece haber adquirido más confianza. Lejos de las últimas citas con otros técnicos en las que apenas jugaba, con Orenga el cántabro parece que tendrá minutos y participará en de forma activa la lucha por el oro. La España de Orenga, diezmada pero capaz, no tiene otro objetivo. Es la única de las favoritas invicta, junto a Lituania, que ha vencido en sus ocho partidos de preparación y también mete miedo.