La selección española sumó su cuarta victoria ante Macedonia que, en esta ocasión, mostró todas las carencias de un equipo con baluartes que, cuando no están afortunados, no encuentran sustitutos de mínimas garantías. De ahí la cómoda victoria (77-55), pese a que tampoco el equipo de Orenga -que no contó con el lesionado Rudy- hizo demasiados alardes, si acaso las ganas mostradas por algunos de los menos habituales y llamados a tener un papel secundario como Germán Gabriel o Pablo Aguilar.
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