Vitoria. Fabien Causeur tiene cara de chico tímido y aplicado. Su voz pausada justifica el primer calificativo, su predisposición el segundo. Y es que el resuelto escolta galo ya está en Gasteiz con el objeto de preparar la temporada que arranca el 4 de octubre con la Supercopa. Mes y medio antes, casi nada.
No obstante y pese a la diligencia del francés, su rauda aparición en el parqué del Buesa Arena tiene razones concernientes a su estado de forma. Causeur, que acabó el pasado curso con molestias debido a una fascitis plantar, ha adelantado su regreso a Vitoria para estar en óptimas condiciones de cara al comienzo de la nueva campaña aparte de haber estado siguiendo un plan específico durante sus vacaciones. "Tengo muchas ganas y estoy aquí para preparar mi cuerpo con Oskar (Bilbao, el preparador físico del club) y tengo dos semanas para estar bien antes de empezar (a trabajar con el resto del equipo excepto los internacionales)", explicaba ayer un entusiasmado Causeur.
Normal para un hombre llamado a ser importante en un medio plazo que para el galo, por mor de las circunstancias, ha llegado ya. Causeur reconocía estar "mucho mejor que al final de la temporada pasada" aunque no daba su proceso de recuperación como finalizado. Así lo entiende el francés que, además, ve en el relevo en el banquillo una oportunidad para acaparar una mayor ración de minutos. Todos parten de cero con Scariolo. "Quiero dar un paso adelante, con un poco de tiempo tengo la pretemporada para hablar con Sergio Scariolo y adaptarme a su juego", concedía el jugador que proseguía con un optimista augurio: "Creo que voy a tener responsabilidades y eso es bueno para mí".
Sin embargo Causeur es un hombre que piensa tanto en colectivo como en sí mismo por una mera cuestión lógica y de beneficio mutuo y así lo razonaba: "Espero demostrar más cosas, hacer más cosas para el equipo y ganar más partidos. Es lo más importante para el club y para mí también". El galo sabe de los parabienes que trae un concepto global y solidario en el ámbito baloncestístico y se mostró, tras tan sólo un año en Gasteiz, como un firme devoto de la doctrina que predica Josean Querejeta. "Es muy importante el Carácter Baskonia y demostrar que somos un equipo en la cancha", declaraba tajante.
La nueva temporada supone una nueva rectificación de una filosofía, en cuestión de incorporaciones, que depende en alto grado, normal, del panorama financiero. Este año la juventud va a ser la nota predominante en una plantilla que, pese a las adversidades, aspira de nuevo a jugar finales, a ganar títulos. "Creo que hemos hecho un equipo joven, muy atlético y correremos mucho", desgranaba para confirmar las notables aspiraciones del grupo: "Hay que ganar, es muy importante, es un club que quiere ganar títulos y vamos a luchar por ello". Causeur admitió no conocer "a todo el equipo" pero sí "a Lamont (Hamilton) y es muy buen jugador". De otros de los nuevos, reveló haber oído buenas palabras. "No conozco a Walter Hodge pero he oído muchas cosas buenas de él", revelaba.
Para finalizar, el escolta galo reconoció sentirse "un poco celoso" por no estar en la selección de su país aunque el propio Vincent Collet, seleccionador galo, atribuyera su ausencia a la lesión que padece. En cuanto al resto de internacionales baskonistas que jugarán el Eurobasket, valoró la "confianza y experiencia" que aportan estos campeonatos.