Vitoria. El Valencia Basket andaba a la caza y captura de un jugador con el que cuadrar los cupos de su plantilla tras la marcha de Vitor Faverani a los Boston Celtics. Ése jugador será finalmente Juanjo Triguero, que ayer comprometió con la entidad taronja para la próxima temporada tras llegar libre de contrato a la ciudad del Turia. El interior, que pasó por la cantera del club valenciano en su formación, ha jugado las últimas cinco temporadas en Sevilla, pero tras no aceptar revisar a la baja su contrato, la escuadra andaluza hizo efectiva una cláusula que le permitía poner fin a su vinculación.
Ahora, cubiertos los cupos, el equipo dirigido por Velimir Perasovic necesita un alero para apuntalar su línea exterior. Un puesto para el que desde el final de la temporada piensan en el baskonista Fernando San Emeterio, aunque el alto salario que el cántabro cobra en Vitoria y la exigencia de los rectores azulgranas de cobrar una contraprestación económica han supuesto un notable muro para la operación. Ahora que el Valencia se ha quitado un peso de encima cuadrando su plantilla, es el Baskonia el que deberá decidir si rebaja sus pretensiones para seguir buscando una salida acordada para San Emeterio, que aún tiene contrato con el conjunto de Sergio Scariolo hasta el 2015.
Con el fichaje de Triguero el club levantino cubre el hueco dejado por el interior hispano brasileño Vitor Faverani, que ya ha presentado a la entidad los documentos para rescindir su contrato y que fichará en los próximos días por los Boston Celtics. De esta manera, el exterior que busca el club para completar la plantilla podría ser cualquier jugador que no ocupe ficha de extranjero, y junto a San Emeterio el otro nombre que suena con fuerza en Valencia es el de Mickael Gelabale.
Vasileiadis ficha por el efes Por otra parte, el exjugador del Bilbao Basket Kostas Vasileiadis ha fichado por el Anadolu Efes turco, club que jugará la Euroliga la próxima temporada en el mismo grupo que el Real Madrid. El alero griego pone así punto final a una etapa de tres años en Bilbao en la que se convirtió en un jugador clave en la pista, letal en el tiro exterior y decisivo en partidos clave. Su calidad y su carácter le convirtieron en uno de los jugadores más queridos por la afición bilbaína.