vitoria. Con 35 años y el cuerpo muy magullado tras infinidad de batallas en sus cerca de dos décadas como profesional, Igor Rakocevic se cuestiona seriamente la idea de continuar maltratando las canastas rivales como uno de los anotadores más compulsivos que ha dado el baloncesto continental en su historia reciente. Salvo una oferta de última hora, el pistolero serbio -uno de los responsables de que el Baskonia conquistara en 2008 su segunda Liga ACB y viviera su época más dorada con varias presencias consecutivas en las Finales a Cuatro- puede anunciar en breve su retirada de las canchas justo en el preciso momento en que podría haberse visto de nuevo las caras con uno de sus conjuntos predilectos en la próxima Euroliga.

El Estrella Roja, el equipo de sus amores en su país natal donde acabar de militar con éxito la última temporada tras un primer periplo de seis años entre los años 1994 y 2000, será uno de los futuros rivales del Laboral Kutxa en la primera fase tras el sorteo celebrado hace días en Barcelona. Puede que esos emotivos duelos los presencie vestido con traje y corbata, ya que el club serbio le ha trasladado la posibilidad de asumir la dirección deportiva. En una rueda de prensa ofrecida ayer en Belgrado junto al presidente Nebojsa Covic, quedó escenificada su marcha del equipo al que ha aportado su granito de arena para el retorno a la máxima competición continental como consecuencia del reciente subcampeonato en la Liga Adriática.

La duda estriba ahora en si Rakocevic tendrá fuerzas para aceptar el desafío de jugar un año más en el extranjero, algo supeditado a las ofertas que le lleguen en próximas fechas, o como así parece se retirará definitivamente para seguir ligado al baloncesto desde los despachos. "Físicamente me siento bien. Creo que podría jugar una temporada más aunque quizá no al máximo nivel, pero todavía no he decidido nada. El deseo era rejuvenecer el equipo, lo cual es comprensible. El Estrella Roja ha sido una parte muy importante de mi vida y estoy dispuesto a hacer cualquier sacrificio para entender la gestión del club", declaró ayer Rakocevic, que verá retirado su dorsal número 8 y tendrá su merecido homenaje con la disputa de un partido de despedida que premie una trayectoria intachable.

Ataviado con la elástica baskonista, el dos nacido en Belgrado conquistó una Liga ACB, una Copa del Rey y tres Supercopas. En su palmarés, también figuran varios títulos nacionales en otros países, además de los oros en el Europeo de Turquía de 2001 y en el Mundial de Indianápolis del 2000. La Euroliga constituye su espina clavada, aunque se quedó cerca de lograrla con el antiguo TAU en las ediciones de Atenas (2007) y Madrid (2008). En un mes, tomará la decisión definitiva.