vitoria. Devon Van Oostrum pide paso. Exige oportunidades, protagonismo. El base de origen holandés ha vuelto a ofrecer su mejor versión en verano, cuando le ha tocado enfundarse la elástica de la selección británica con la que ya evidenció siendo un imberbe adolescente que puede rendir en los torneos de primer nivel. En Pitesti, localidad rumana en la que se está disputando el Eurobasket Sub'20 de segunda categoría, casi todos los focos apuntan hacia Van Oostrum, que ha firmado tres actuaciones sensacionales en las tres primeras citas de su selección, a la que ha guiado con mano firme hacia el pleno de victorias.
El baile de nombres que salpica estas últimas semanas la actualidad del Laboral Kutxa deja en un segundo término la figura del canterano baskonista, quien por fin va a poder disponer de una oportunidad real en la primera plantilla azulgrana. Tras haber debutado a las órdenes de Zan Tabak el pasado 1 de mayo en el derbi de Miribilla, Van Oostrum, que regresó a Vitoria tras una insípida cesión al Cáceres de LEB Oro, se mantuvo a la expectativa en el tramo final de la competición. Pero con Omar Cook y Thomas Heurtel por delante, ya no contó con minutos para exhibir su talento y desparpajo, algo que sí está haciendo en Rumanía y que todo el baskonismo confía que pueda hacer cuando arranque la próxima campaña, en la que el internacional británico tendrá una silla en el banquillo de Sergio Scariolo.
Su estreno en el Eurobasket concitó centenares de alabanzas por parte de los analistas internacionales. En un partido que dominó a su antojo y en el que Gran Bretaña se impuso a la República de Eslovaquia (62-75), Van Oostrum destapó el tarro de las esencias y abusó del rival. Hizo de todo y todo lo hizo bien. Sus números resultan aterradores y dan buena cuenta del extremo dominio que mostró en el choque inaugural. Acabó el duelo con 29 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias, 14 faltas recibidas y unos más que interesantes porcentajes de tiro. Su presencia en cancha resultó determinante. Es más, quedó reflejado incluso en la estadística: el +/- de su equipo en los 34 minutos que estuvo sobre el parqué fue de +21, por -8 cuando se sentó a buscar oxígeno. También en este apartado fue, de largo, el más destacado.
El sábado, ante Luxemburgo, en la segunda victoria de Gran Bretaña en el torneo (106-92), Van Oostrum volvió a brillar, aunque tuvo lagunas en el lanzamiento (21,4% en tiros de campo y 83,3% en los 12 tiros libres que lanzó). Pero dio de comer a sus compañeros exhibiendo una notable capacidad para la dirección de juego. El timonel baskonista firmó un nuevo doble-doble, con 18 puntos y 11 asistencias, a los que añadió 5 rebotes.
Ayer se presentaba una prueba de fuego para el combinado británico y tanto el equipo como su gran estrella cumplieron. Aguardaba el anfitrión, la selección rumana, que acabó hincando la rodilla y casi humillada (43-99) tras una nueva exhibición de desparpajo del base azulgrana. Van Oostrum amasó de nuevo unos números de escándalo: 19 puntos, 9 rebotes y una asistencia en sólo 23 minutos de juego. No le hizo falta más. Además, la relevancia de su presencia en cancha volvió a quedar reflejada en la planilla, pues el parcial del combinado británico cuando estuvo sobre el parqué reflejó un saldo positivo de 44 puntos.
destacado en la estadística En el Buesa Arena se frotan de nuevo las manos. Sergio Scariolo dispondrá de un tercer base de garantías. Aunque Van Oostrum, ambicioso, descarado, tratará de hacerse un hueco en la rotación a codazos. En Rumanía está quedando muy claro de lo que es capaz. Los ojeadores y periodistas que están siguiendo el torneo lo destacan sin tapujos. Tampoco hace falta escarbar en exceso para contemplar su talento.
El jugador nacido en Groningen destaca tanto en la clasificación de asistentes como en la de anotadores. Es segundo, en ambos casos, por detrás del belga Lecomte. El jugador baskonista promedia 22 puntos y 5,7 asistencias en las tres primeras jornadas, en las que con estas tres victorias ya ha guiado a la clasificación a la selección británica. En todo caso, el campeonato no ha hecho nada más que empezar y Van Oostrum tiene aún mucho margen para continuar exhibiendo su descomunal talento.
Tras la jornada de descanso de hoy, mañana Gran Bretaña se jugará el primer puesto del grupo con Polonia y el miércoles cerrará la primera fase ante Hungría. A partir de ahí llegará la hora de la verdad para el joven equipo británico. Para Van Oostrum, vendrá más adelante. Cuando tenga la ocasión de pelear por minutos en el nuevo proyecto del Laboral Kutxa.