vitoria. Adam Hanga entró ayer en el quirófano pensando que iba a estar disponible para el inicio de la pretemporada y salió con diez semanas de baja en el bolsillo. Aunque el club azulgrana aseguró en su momento que el alero no tendría ningún problema en estar presente en el pistoletazo de salida a la preparación veraniega, fijada para la segunda quincena de agosto, el menisco del último refuerzo baskonista mostró finalmente más daños de los previstos en su rodilla izquierda.

Finalizada la cirugía artroscópica a manos de Mikel Sánchez, la entidad vitoriana emitía un comunicado en el que comunicaba la desagradable sorpresa que mantendrá al jugador alejado de las canchas más tiempo del previsto. De cualquier forma, el propio Hanga quiso restar importancia al contratiempo y aseguró con rotundidad que intentaría reducir al máximo los plazos de su recuperación. "Estaré de vuelta antes de esas diez semanas y lo haré más fuerte que nunca", incidió el antiguo exterior del Basquet Manresa a través de su cuenta de Twitter.

De cualquier forma, si Hanga, que recibirá el alta hoy mismo tras pasar ayer la noche en el hospital, no cumple con su optimista augurio y acaba cediendo a las diez semanas establecidas, Sergio Scariolo no podría contar con él hasta la tercera semana de septiembre, apenas unos días antes de la Supercopa que se celebrará en Vitoria. Una vez más, el conjunto azulgrana se topa con una lesión más complicada de lo previsto al hacerse con los servicios de un nuevo jugador.

se repite la maldición Una maldición que este año ha recaído en Hanga y que antes tuvo como protagonistas a hombres como Walter Herrmann, Reggie Williams o Brad Oleson, entre otros. Aunque el Baskonia era consciente de las molestias en el menisco que el exterior nacido en Budapest acarreó durante gran parte de la pasada campaña, en el club confiaban en poder resolver la lesión del jugador en un plazo más corto de tiempo de forma que Sergio Scariolo no tuviera que prescindir a las primeras de cambio de uno de los nuevos integrantes de la plantilla. Con todo, la excelente condición física de un Hanga que tras la operación posaba sonriente con el puño arriba para la fotografía es ahora mismo el principal clavo al que jugador y club se aferran para poder reducir a su máxima expresión el plazo en el que podrá debutar con la que será su nueva camiseta durante las cuatro próximas temporadas.