REAL MADRID LLull (4), Carroll (9), Rudy (15), Mirotic (6), Begic (4) -cinco inicial-, Draper (4), Rodríguez (5), Darden (13), Slaughter (5) y Reyes (14).

FC BARCELONA REGAL Huertas (2), Navarro, Oleson (4), Lorbek (3), Tomic (9) -cinco inicial-, Jasikevicius (23), Sada, Rabaseda, Ingles (25), Todorovic (2), Wallace y Mavrokefalidis (3).

Paciales 20-18, 21-14, 14-16, 24-23.

Árbitros Arteaga, Conde, Jiménez.

Pabellón Palacio de los Deportes. Lleno.

Seis años después de que lo hiciera con Joan Plaza a los mandos, el Real Madrid conquistó ayer el título liguero tras imponerse en una ardiente final a un Barcelona Regal que llegó muy justo de gasolina al partido definitivo. El vitoriano Pablo Laso, que ha guiado al equipo blanco a lo largo de una temporada excepcional, logró rubricar con un título de primer nivel su excelente trabajo al frente de un plantel que ha vuelto al primer nivel tras demasiado tiempo lejos de su máximo rival.

El Barça demostró una vez más su enorme espíritu competitivo. No se vino abajo el equipo azulgrana a pesar de que su capitán y guía espiritual, Juan Carlos Navarro, compareció en el Palacio de los Deportes con problemas físicos que apenas le permitieron aportar. El 10-0 con el que el equipo de Laso abrió el partido invitaba a presagiar un paseo militar para los blancos, pero entonces el equipo catalán sacó a relucir su espartana disciplina y, a base de un destajista trabajo defensivo, equilibró el marcador y logró incluso ponerse por delante (31-32).

Huérfanos de Navarro, con Huertas y Oleson negados de cara a aro, Pascual encontró en Joe Ingles y sobre todo en un genial Sarunas Jasikevicius las piezas claves. Pero el Madrid exhibió su fondo de armario, se aferró al músculo, a la defensa y a una excelente gestión del balón (2 pérdidas por 17 del Barça) y acabó rematando el partido a pesar de la orgullosa resistencia del equipo culé. Felipe Reyes, clave de nuevo en la victoria blanca, recibió su segunda nominación como MVP de la final de la ACB.