barcelona. El Barcelona y el Real Madrid se enfrentan hoy (19.00 horas) en el Palau Blaugrana en el cuarto encuentro de la final de la Liga Endesa, un duelo que para los azulgrana es a cara o cruz y para los madridistas la primera oportunidad de lograr reconquistar el título. El 72-84 del tercer choque reflejó lo que más temían los azulgrana, el dominio de los de Pablo Laso en el juego interior y el tremendo desgaste físico que está soportando la plantilla de Xavi Pascual.
El Madrid quiso agotar a su rival y lo hizo con un arma letal: el control del electrónico puesto que los catalanes fueron por detrás en el marcador durante la práctica totalidad del encuentro y en esta ocasión la remontada no fue posible. La muestra más clara del desgaste se puso de manifiesto en los tres últimos minutos, aunque anteriormente ya Sarunas Jasikevicius quedaba anulado después de anotar su punto número 13.
Mientras el técnico madridista tiene a todos sus efectivos a punto, en el Barcelona, CJ Wallace sigue con problemas en la espalda y el codo, Erazem Lorbek está fuera de ritmo y el viernes ayudó en lo que pudo. Sin embargo, el recital de Felipe Reyes, el hombre clave en el juego interior blanco (20 puntos, 5 rebotes y 7 personales forzadas) volvió a poner en evidencia al propio Wallace, a Ante Tomic, muy irregular, y a Loukas Mavrokefalidis, neutralizado por los interiores rivales. Y por si faltara poco Sergi Llull se volvió en pieza clave exterior de los madridistas ante Marcelinho y Víctor Sada. Con 12 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias, marcó el ritmo del partido, algo que en esta eliminatoria está resultando clave.