Vitoria. El Manresa, como el Baskonia pero a otro nivel, ha sabido asumir con dignidad que su supervivencia pende en gran medida de su capacidad para revalorizar y después vender a sus jugadores. En ese contexto, en la entidad vallesana, que sigue con atención los movimientos de Burgos y Alicante para saber si continuará el próximo curso en la ACB, se frotan las manos con el gran cartel que ha adquirido Adam Hanga tras su espectacular final liguero. El exterior húngaro, que se plantea como una alternativa más que viable para reforzar al Baskonia de cara al próximo curso, parece tener las horas contadas en su actual equipo, pero para que salga de allí quien quiera ficharlo debe pasar por caja.

La web Eurohoops hablaba el pasado martes de un acuerdo ya cerrado entre el club vitoriano y el jugador húngaro (2,01 y 24 años) que lo vincularía durante los próximos cuatro ejercicios al cuadro azulgrana, pero lo cierto es que, hasta ayer a última hora de la tarde, en las oficinas del Manresa no se había recibido llamada alguna para negociar el traspaso. "Nadie del Baskonia se ha puesto en contacto con nosotros. Del Baskonia, no", precisaban a este periódico desde el club catalán.

Hanga, no obstante, está en el mercado. A pesar de que tanto en ACB como en un hipotético descenso a LEB su ficha resulta asumible para el Manresa, la directiva está abierta a aceptar un buyout como contraprestación por la salida de un jugador que, no obstante, tiene bastantes pretendientes en el panorama continental. Algunos de ellos, de hecho, ya se han puesto en contacto con su actual equipo para tantear la situación, si bien al final el jugador tendrá voz y voto en su posible salida.

Al prometedor exterior nacido en Budapest, un portento físico llamado en breve a recalar en los Spurs, poseedores de sus derechos para la NBA, le atrae la opción de firmar por el Laboral Kutxa. En realidad, desde que comenzó a brillar sus agentes dejaron bien claro que su prioridad pasaba por jugar en un equipo de Euroliga. El Bilbao Basket trató dos veces sin éxito de fichar a un jugador que luego sonó para el Madrid pero que podría acabar en Vitoria, si Querejeta hace esa llamada que esperan en Manresa, claro está.