vitoria. Dice el refrán que segundas partes nunca fueron buenas, pero en la historia del Baskonia existen varios ejemplos que permiten poner en entredicho esta afirmación. Los regresos de jugadores carismáticos como Andrés Nocioni o Pablo Prigioni se revelaron como apuestas acertadas, al igual que la vuelta a casa de un Dusko Ivanovic que en su segunda etapa al frente del cuadro azulgrana regaló al baskonismo el tercer título liguero de su historia. La película podría repetirse con Sergio Scariolo. La directiva de la entidad vitoriana ha intensificado las negociaciones con el representante del preparador transalpino como primera opción para suplir en el banquillo local del Buesa Arena a Zan Tabak, pero la operación puede frustrarse si el hasta hace unos meses seleccionador español acaba decantándose por la descollante oferta que ha puesto sobre su mesa el Unics Kazan.

El club ruso está buscando técnico para armar un proyecto potente, amparado en su fortaleza económica, y según adelantó ayer la web de la revista Gigantes, ha tentado a Scariolo, a quien a pesar de haber previsto en primera instancia tomarse un año sabático le están lloviendo las ofertas. Al margen del Unics Kazan, un equipo que ha quedado sexto en la competición rusa y ha perdido mucho potencial con respecto al equipo que hace dos temporadas, con Maciej Lampe como principal estilete, logró apoderarse del título de la Eurocup, el italiano maneja otras opciones de equipo poderosos. Y esta popularidad beneficia poco al Baskonia.

Scariolo ha adelantado en la lista de preferencias a otros muchos técnicos que han sonado como alternativa, si bien tan sólo Jure Zdvoc ha supuesto una opción de peso real. Al final, sobre todo tras el experimento por el que se decantó Josean Querejeta tras la destitución de Ivanovic, sin que en ningún caso el máximo dirigente del club azulgrana concediera plena confianza a Tabak, los rectores baskonistas abogan por volver a una fórmula mucho más conservadora pero que, en todo caso, genera muchas dudas en parte de la afición. Scariolo, no en vano, acaba de desvincularse de un Armani Milán que puso en sus manos un proyecto brillante y económicamente muy potente al que no ha sido capaz de sacarle partido.

En las oficinas del Buesa Arena se valora que el entrenador nacido en Brescia, que hasta hace unos meses ha guiado también los designios de la selección española, conoce bien la casa. Estuvo al frente del TAU durante dos temporadas, entre 1997 y 1999, en las que logró sumar una Copa del Rey que le abrió posteriormente las puertas del Real Madrid, con el que consiguió el título de la ACB al año siguiente, y más tarde del Unicaja, equipo al que guió a los títulos de Copa del Rey (2005) y ACB (2006). Aquella final de hace siete años, de infausto recuerdo para la afición de un Baskonia que cayó con rotundidad (3-0), representa el último contacto con la gloria de Scariolo al frente de un club. Dos medallas de oro en los Eurobasket de 2009 y 2011 y la plata del pasado mes de agosto en Londres completan el palmarés de un entrenador que tanto por Moscú como por Milán ha pasado con más pena que gloria en sus dos últimas experiencias al frente de equipos con aspiraciones en la Euroliga.

La intención de la directiva baskonista pasa por amarrar cuanto antes la figura del técnico, para de esta manera poder tratar de encajar en la medida de lo posible a sus características una plantilla que en cualquier caso se diseña siguiendo las directrices de la presidencia y la dirección deportiva. Pero la entrada en escena del Unics Kazan puede alterar los planes iniciales y forzar al Baskonia a recuperar alguna otras de las opciones que se ha manejado hasta la fecha.

Un posible retorno de Scariolo se ha recibido con cierta división de opiniones en las redes sociales. La directiva es consciente de la controversia que puede existir en torno a la opción de que el italiano sea quien se haga cargo del equipo, sobre todo en una situación en la que se había abierto un abanico muy amplio de nombres y entre la hinchada se aguardaba con impaciencia la elección de alguien que aportara aires nuevos. Pero también se busca solidez y seguridad para el nuevo proyecto y Scariolo dispone de algo que a otros muchos, la gran mayoría, les falta: la confianza plena de Josean Querejeta. A las numerosas muestras de relativa desaprobación que se dieron en las redes sociales se contraponían las opiniones de otros a los que sí les parece acertado el rumbo que ha decidido seguir la directiva. "Es el mejor entrenador que he tenido", aseguraba ayer Santi Abad, que durante su carrera estuvo a las órdenes de muchos técnicos de prestigio, incluido Zeljko Obradovic, y que destaca la capacidad del bresciano, al que contempla como "una gran opción" para llevar las riendas del renovado y ambicioso proyecto que la directiva azulgrana pretende poner en marcha.