vitoria. El segundo mejor ataque contra la defensa más inabordable de la Liga ACB. Si el presunto favorito ha anotado casi 83 puntos de media por partido durante la fase regular, la teórica cenicienta presume de haber encajado únicamente poco más de 71. Laboral Kutxa y Gran Canaria escenificarán a partir de este jueves una lucha de estilos diametralmente opuestos en una eliminatoria, a priori, de signo incierto si se tiene en cuenta el carácter imprevisible que viene abanderando a los alaveses desde el principio de temporada. La compulsiva capacidad anotadora acreditada por la tropa de Zan Tabak encontrará su inquietante contrapunto en la férrea disciplina táctica de un oponente correoso a más no poder que, impulsado por la rica pizarra de Pedro Martínez, abate a sus presas gracias a un eficiente trabajo de contención.

No hace falta romperse en exceso la cabeza para extraer como principal conclusión del cruce que aquel conjunto que imponga su ritmo y haga valer el peso de su propuesta baloncestística tendrá mucho ganado para acceder a la ronda de semifinales. Si el Baskonia se está acostumbrando últimamente a disputar encuentros a pecho descubierto que desquician a su entrenador, marcados por la pasividad extrema de las defensas e impregnados de un incesante intercambio de canastas, el Gran Canaria aboga por lo contrario. Esto es, un ritmo extremadamente cansino y pocas posesiones que desemboquen en resultados más modestos. El aguerrido adversario azulgrana, con las dosis justas de talento entre sus filas, se siente como pez en el agua si el duelo discurre por unos derroteros más propensos al esfuerzo destajista y a un sacrificio espartano. Entonces, su peligro se multiplica hasta límites insospechados.

Como la calidad de ambas plantillas carece de punto de comparación, los guarismos ofensivos son más abultados en el inquilino del Fernando Buesa Arena, que se verá obligado eso sí a bajar al barro y ponerse el buzo azul para igualar la pegajosa intensidad amarilla. En caso contrario, se expone a recibir un susto de muerte que le condene a una eliminación traumática. Los porcentajes de unos y otros en estos meses también refrendan la pegada más contundente de los alaveses a la hora de profanar el aro.

Mientras los jugadores de Tabak se mueven en torno al 55% en tiros de dos, un 39% en triples y un 80% desde la personal, los canarios se conforman con un 51%, un 35% y un 70% respectivamente. Pese a ser un bloque bastante limitado en cuanto a centímetros, mucho más tras la grave pérdida de Xavi Rey, sorprende que el Gran Canaria sea uno de los bloques más sólidos en el rebote. De hecho, únicamente exhibe peores registros que el Barcelona y el Real Madrid en este apartado durante la fase regular.

Los dos choques disputados por ambos hasta ahora acabaron con una sonrisa azulgrana. Tanto en La Roca como en el Buesa Arena, el Laboral Kutxa alcanzó y superó la barrera psicológica de los 80 puntos. En ambas ocasiones, el combinado insular evidenció sus graves problemas para anotar con asiduidad y fue reducido sin aparentes problemas. El problema reside en que nadie puede vaticinar qué equipo saldrá a la pista. El que exhibe el traje de luces en los días señalados o el que, preso de la indolencia, se deja llevar en las citas intrascendentes.