vitoria. Hasta el último momento, coincidiendo con el epílogo de la fase regular de la ACB, no se resolverá la gran incógnita. Mientras descuenta hojas del calendario en estas soporíferas jornadas que preceden la llegada de los play off por el título, el Baskonia mantiene por obligación un ojo depositado en la séptima posición. De ahí saldrá su piedra de toque inicial en el tortuoso camino hacia el cuarto entorchado liguero de su historia. El problema reside en que todavía no hay a estas alturas pistas excesivamente fidedignas para saber quién ocupará dicha ubicación dentro de dos fines de semana cuando apenas ocho elegidos inicien la titánica pelea por la corona de campeón.

El Gran Canaria sería ahora mismo el rival azulgrana, pero impera tanta igualdad en la tabla clasificatoria justo por arriba y por abajo que, en función de los resultados que se registren en las dos próximas jornadas, al menos otros cuatro equipos albergan posibilidades matemáticas de cruzarse a las primeras de cambio con el Laboral Kutxa. Son, concretamente, el Bilbao Basket, el CAI Zaragoza, el Unicaja y el Blusens. Quien ya no podrá verse las caras con la tropa adiestrada por Zan Tabak será el Valencia de Velimir Perasovic, que no descenderá hasta la séptima plaza aunque pierda sus dos últimos compromisos. También está fuera de las quinielas el sorprendente CB Canarias, que a lo sumo podrá ser octavo si culmina la gesta de acceder a las series finales.

De ahí que al Baskonia no le quede, por tanto, otro remedio que armarse de paciencia para resolver una duda que, en cualquier caso, produce cierta indiferencia en el vestuario y las altas esferas del Buesa Arena. Toque quien toque, las precauciones serán máximas al disputarse dicha envenenada eliminatoria -prevista entre los días 23 y 28 de este mes- al mejor de tres partidos y ampliarse sobremanera el radio de sorpresa.

Si bien es factible que la incertidumbre se prolongue hasta el próximo 19 de mayo, fecha en la que concluirá oficialmente la fase regular con el desplazamiento vitoriano hasta la localidad tinerfeña de La Laguna, el dramático choque que enfrentará este domingo en el Martín Carpena al Gran Canaria y al Unicaja amenaza con solucionar antes este jeroglífico indescifrable. Tras la enésima temporada repleta de sobresaltos en la que ha vuelto a coquetear con el más absoluto de los desastres, el combinado malagueño depende de sí mismo para subirse al tren del play off. Podría incluso desbancar a los insulares -que acaban de perder para lo que resta de ejercicio a Xavi Rey- de la séptima posición si acierta a remontar los siete puntos (70-63) por los que sucumbió en la ida en la caldera de La Roca.

derbi poco probable El calendario, sin embargo, le tiene reservada una bomba en la última jornada. Los de Jasmin Repesa viajarán al Palau Blaugrana para medirse a un Barcelona que, para entonces, habrá certificado la tercera plaza si resuelve unos días antes el trámite frente al Lagun Aro. En cambio, el conjunto de Pedro Martínez recibirá en su feudo al Blancos de Rueda, ubicado en tierra de nadie. De no mediar una sorpresa, todo hace indicar que el primer oponente del Baskonia será el Gran Canaria o el Unicaja, aunque no se pueden desdeñar otras combinaciones que propicien un hipotético enfrentamiento ante el CAI, el Bilbao Basket o el Blusens, aunque ésta última es bastante improbable.

En el caso de los maños, que no podrán contar Henk Norel (rotura de ligamento), se antoja improbable que puedan caer hasta la séptima posición visto que deben actuar a domicilio en Fuenlabrada y en el Príncipe Felipe ante el Murcia. Un nuevo derbi ante el Bilbao Basket será prácticamente inviable si los discípulos de Katsikaris suman una victoria en los dos exigentes duelos que les aguardan. Los hombres de negro acogerán al Valencia en Miribilla y clausurarán la fase regular en el bullicioso Fontes do Sar ante un Blusens que, posiblemente, se juegue ese día el último billete para el play off.

Acaso el imprevisible Unicaja, que acaba de recuperar al lesionado Zoran Dragic y contratar al curtido Tarence Kinsey, sea el menos deseado habida cuenta de su crecimiento en los últimos tiempos. Sin embargo, su agujero en la dirección es sensible con la ausencia, ya confirmada para toda la temporada, de Marcus Williams. Simon, Urtasun o Vidal ejercen como recambios de Calloway, su único base puro. Y esa debería ser una ventaja impagable para el Baskonia si se consuma el duelo.