Vitoria. el CSKA no necesitaba ningún empujón para luchar del 10 al 12 de mayo por el enésimo título continental en el majestuoso 02 de Londres. En total, al término de los cuarenta minutos fueron cuatro técnicas (Nocioni, Tabak, Nemanja Bjelica y San Emeterio), una antideportiva de chiste -el golpe de Nocioni a Teodosic fue fortuito- y tres eliminados (Nocioni, Pleiss y Lampe) el bagaje en contra de un equipo que padeció uno de los mayores expolios que se recuerdan. Si el arbitraje del pasado miércoles ya escoció de lo lindo en las oficinas del Fernando Buesa Arena, lo de ayer olió a chamusquina. La triste provocación acontecida ayer pudo desembocar en un altercado público de consecuencias imprevisibles si algún encrespado aficionado local llega a perder los nervios y cometer alguna irresponsabilidad. Christodolou, uno de los polémicos árbitros que dirigió la pasada final olímpica entre Estados Unidos y España, Ankarali y Vojinovic tienen desde ayer un hueco en la leyenda negra del Baskonia, esquilmado sin piedad por un trío que se creció con el paso de los minutos hasta colocar al pabellón al borde de la histeria y de la indignación.

Tres árbitros limpios que, en lugar de impartir justicia como corresponde en un duelo con tanto en juego, se pusieron al servicio del poderoso con un delirante carrusel de pito que se cebó hasta límites insospechados con el modesto. Hay cosas que tristemente no cambian en esta Euroliga, donde determinados conjuntos como el dirigido por Ettore Messina gozan de una sobreprotección desmedida para sellar sus objetivos. Cada intento de reacción de un heroico Caja Laboral, que llegó a colocarse a tres puntos (82-85) a un minuto de la conclusión, fue cortado de raíz por decisiones a cada cual más alevosas y sangrantes en contra de los intereses azulgranas que sirvieron en bandeja infinidad de tiros libres al coloso ruso. Un encuentro nivelado durante los veinte minutos iniciales comenzó a torcerse en cuanto los tres colegiados de turno alzaron la voz para desequilibrar la contienda.

Antes de ello, la victoria empezó a escaparse de la mano al inicio de la segunda parte por errores propios y por el pobre papel de varios hombres determinantes en el engranaje colectivo como Nemanja Bjelica y Lampe. El CSKA, curtido en mil batallas y con los hombres ideales para desarrollar su estrategia de dormir el juego, dio con la tecla para imponer un cansino basket control que resultaba más favorable para sus intereses. Excesivo cinco contra cinco en medio campo, lucha excesivamente subterránea, contragolpes con cuentagotas, tanteador bajo... Si un Caja Laboral de corazón caliente adoleció de algo fue de chispa, desparpajo y buena dosis de acierto exterior para revolucionar un partido que no se asemejó en nada al del pasado miércoles.

sin reproches Pocos integrantes de Tabak, salvo Causeur, supieron despojarse en muchos momentos los pegajosos grilletes rusos. Sin embargo, en cuanto pudo domar a los rusos gracias a su pundonor, raza y entrega, se vio atropellado por un criterio arbitral que no midió con igual criterio ni los contactos ni las protestas en ambos lados de la canasta. El Buesa Arena no pudo contener la rabia y la lluvia de objetos sobre la pista -algo que acarreará una fortísima multa económica por parte de la Euroliga- fue una constante tras el intermedio. Uno de ellos impactó a un directivo visitante de camino a los vestuarios. Fue el triste final a la presente edición de la Euroliga, donde el Caja Laboral ha competido con dignidad con un presupuesto más pequeño que los otros siete conjuntos que obtuvieron el pasaporte para el Top 8. Pese a su derrota final, no se le pudieron poner excesivos reproches al combinado alavés. Frente a un oponente superior que le supera en número, oficio y, he aquí lo peor del caso, respeto arbitral, la tropa alavesa volvió a dejarse el alma para soñar con el desempate en el Universal Sports Hall. Queda el único consuelo de que, con este orgullo, es factible la idea de soñar con alguna gesta en lo que queda de ACB, donde el Barcelona y el Real Madrid se perfilan como los rivales a batir en los play off por el título.