vitoria. Pese a que el billete del Caja Laboral para la Final Four de Londres está prácticamente imposible, Zan Tabak intentó trasladar ayer un mensaje de optimismo. La ilusión es lo último que se pierde y el técnico croata se mostró convencido de que sus pupilos morirán matando para, al menos, dejar un buen sabor de boca en los aficionados que acudan esta noche al Fernando Buesa Arena. "Espero que estemos mentalizados para forzar el cuarto. Debemos estar preparados para pelear contra el CSKA a nivel físico. Aquí es donde ha habido la mayor diferencia. Necesitamos dar nuestro máximo para quedarnos dentro del partido y no permitir tantas canastas fáciles de dos puntos como en Moscú", constituyó la primera arenga.
Durante los últimos días, ha debido compaginar su función como entrenador y psicólogo con el fin de recuperar la minada moral de unos jugadores que, lo primero de todo, deberán creer en ellos mismos para soñar con la quimera de la remontada. "Hemos hecho trabajo físico y también mental para que la gente no se venga abajo y siga creyendo que puede hacerlo", reconoció el capataz del Caja Laboral, el primer convencido de que el milagro puede obrarse al ser inquirido por los periodistas. "Creo al cien por cien, pero muchas veces tienes una sensación antes de un encuentro y, luego cuando empieza, no percibes el cien por cien de los jugadores. Ahora, tengo la sensación de que los jugadores están preparados y convencidos de que podemos ganar aquí en casa", exteriorizó.
Tabak reclamó a sus discípulos un mayor grado de dureza para "eliminar las excesivas canastas fáciles que encajamos debajo del aro". Un debe que, a su juicio, no es exclusivamente achacable a la tibieza de los hombres altos. "No ha sido una cuestión del dominio de sus pívots sobre los nuestros. Toda nuestra defensa ha consentido demasiado. Ha habido muchos unos contra unos perdidos por nuestros postes, pero es un fallo defensivo general del conjunto", censuró el balcánico, quien anunció que "tácticamente podremos cambiar pocas cosas" en comparación con la doble confrontación en el Universal Sports Hall. Para justificar esa ausencia de novedades tácticas, sacó a la palestra un argumento sorprendente. "Si estás jugando de una manera toda la temporada y llegaste al nivel donde estás ahora jugando como lo has hecho, ante todo nos toca repetir las cosas que mejor estamos haciendo y mostrar un nivel físico más elevado. Estamos jugando ante un rival que hace un baloncesto muy intenso", advirtió.
Tras mostrar su certeza de que el bajón de Nemanja Bjelica, posiblemente el baskonista más señalado por la crítica tras su aciago papel en suelo moscovita, "es algo temporal, superará el momento y alcanzará el nivel en el que estaba antes", el preparador croata hizo hincapié en que el CSKA solo besará la lona si el cuadro vitoriano despliega un impecable trabajo coral. "Siempre pongo al equipo por encima de los jugadores y, hasta el día que esté aquí, intentaré hacer esto. No creo en soluciones milagrosas o la aportación de un jugador en concreto. Llegamos hasta aquí por funcionar como un colectivo y necesitamos seguir haciendo esto", puntualizó.
Cuestionado sobre si la abismal diferencia vista en Moscú entre unos y otros es la real, Tabak respondió con claridad. "Para nada. Ellos son un gran equipo, uno de los dos o tres mejores que hay en Europa, pero esa diferencia no es real. Nosotros podemos hacerlo mejor y vamos a intentar lograrlo mañana -por hoy-. Ha sido mérito suyo y demérito nuestro. En el primer partido salimos con excesivo respeto hacia ellos, en el segundo empezamos bien pero al inicio del tercero nos pasó lo mismo que otras veces esta campaña. Nos hicieron un gran parcial y no supimos reaccionar", lamentó.
Por todo ello, la máxima cabeza visible del Baskonia sostuvo que tanto jugadores como técnicos mantienen una deuda con el baskonismo que se hallan obligados a saldar. "Jugar bien en casa es una cuestión de orgullo y una deuda que, antes que todo, tenemos con nosotros mismos y después con la afición", remarcó Tabak, que tampoco titubeó a la hora de concretar la actitud con la que comparecerá el ogro ruso en la capital alavesa. "Un equipo como el CSKA no llega donde ha llegado si se comporta con relajación. No creo en ningún momento que venga relajado e intentará terminar la serie en el tercero porque es un gran equipo", concluyó.