La Euroliga ha multado al Panathinaikos griego con 9.000 euros por los incidentes ocurridos durante el último partido del Top 16, jugado el 4 de abril en el OAKA de Atenas contra el CSKA. El organismo castiga así el lanzamiento de encendedores, monedas, botellas y otros objetos contra los jugadores, técnicos y demás personal del cuadro ruso durante ese choque. El juez de competición le ha apercibido de que, de volver a suceder algo similar, el siguiente partido en el OAKA se jugará a puerta cerrada. También se están estudiando las incendiarias declaraciones de su presidente contra los árbitros tras el duelo ante el Barcelona.