vitoria. El contundente resultado (90-68) lo dice prácticamente todo y Zan Tabak no puso excesivos paños calientes a un merecido descalabro que deja ya sin margen de error al Baskonia en la Euroliga. El técnico croata no hizo gala de un discurso especialmente crítico y se limitó a subrayar la abrumadora superioridad de un CSKA que se halla a años luz en cuanto a juego colectivo, plantilla y presupuesto. Dos derrotas inapelables que entraban en todos los cálculos si bien la oposición azulgrana ha sido irrisoria durante ochenta minutos convertidos en una pesadilla.

"El análisis es que nos hemos medido a un equipo muy bueno. Si quieres ganar a un rival así fuera de casa, debes hacer un trabajo mucho mejor atacando y especialmente defendiendo. Cada vez que haces un fallo, ellos te castigan", reconoció Tabak, para quien no hay duda acerca de que "necesitamos más jugadores que tengan un buen día para poder competir".

Solo hubo margen para soñar durante los diez primeros minutos y ello fue posible gracias a un primoroso arranque presidido por la seriedad atrás y el estado de gracia en ataque con cuatro triples -dos a cargo de Cook, uno de Lampe y otro de Nocioni- en un corto intervalo de tiempo que permitieron colocar un esperanzador 18-26 en el electrónico. "Hoy -por ayer-, la actitud del equipo ha sido mejor y los jugadores han salido más concentrados que el primer día. En los dos primeros cuartos, nos pudimos mantener en el partido. Después, como ya nos ha pasado muchas veces a lo largo de esta temporada, se nos han ido a 20 puntos de diferencia con un parcial grande en contra debido a nuestros constantes fallos defensivos y ofensivos", lamentó el preparador balcánico.

Con un inapelable 2-0 a favor del CSKA, la eliminatoria se traslada ahora al Fernando Buesa Arena. El Caja Laboral está obligado el próximo miércoles a morir matando delante de sus aficionados y a ofrecer otra cara para firmar, al menos, una digna despedida de la competición. Por ello, Tabak instó al plantel a exhibir un espíritu más guerrillero que sirva para evitar el rosco en el casillero y forzar un cuarto encuentro. "No nos podemos caer, de esto no hay ninguna duda. Necesitamos jugar mejor y mejorar. Este es nuestro trabajo y nuestra responsabilidad. Hay que elevar el nivel y sacar el máximo partido a lo que tenemos", concluyó resignado el entrenador baskonista.