vitoria. Lo sucedido en la mañana de ayer en el pabellón Martín Carpena no puede dejar de sorprender por mucho que, en los últimos tiempos, desgraciadamente el Baskonia haya protagonizado numerosos ejemplos similares. No por conocido, en cualquier caso, debe dejar de provocar una profunda reflexión para tratar de encontrar las causas y, sobre todo, lás fórmulas para evitar que se repita. Y es que si el conjunto vitoriano continúa desapareciendo de los encuentros como por arte de magia como sucedió ante el Unicaja, seguirá pagando peligrosísimos peajes que pueden acabar poniendo en serio peligro la temporada.
Así lo entiende también Zan Tabak, que no tuvo la más mínima duda a la hora de encontrar -tampoco era demasiado difícil, todo hay que decirlo- el foco de los problemas azulgranas en tierras andaluzas. "El resumen del partido está en el segundo cuarto. Hemos sufrido un bajón de concentración, de intensidad...de todo lo que intentamos hacer contra el unicaja. En este segundo cuarto encajamos una diferencia que después tratamos de recuperar, en el tercero nos acercamos a diez puntos pero ya estábamos fuera", explicó el preparador croata en su primera valoración de la contienda.
Lo cierto es que tras un arranque prometedor en el que el Caja Laboral parecía ser capaz de prolongar el notable rendimiento ofrecido en Moscú, al equipo se le apagó la luz por completo y los diez minutos posteriores marcaron un nuevo hito dentro de los despropósitos alaveses. "En el segundo cuarto no hay nada de convicción ni de otras cosas. Simplemente un bajón de concentración. Sabíamos que Unicaja es un equipo que necesitaba robar balones y correr para poder anotar pero en ese momento nosotros le damos la oportunidad de hacer dieciocho puntos de contraataque sólo en ese periodo. Por el contrario teníamos dos faltas, lo que quiere decir que no las utilizamos para parar los contragolpes. Cuando sumas todo esto te salen los veinte puntos de diferencia en este cuarto que hemos encajado", resumió.
Desde luego el primer paso para tratar de corregir estos graves errores es reconocerlos y asumirlos sin ambajes y, en este sentido, Tabak lo dejó bien claro. "Podría intentar buscar treinta mil excusas pero no quiero hacerlo porque nunca me ha gustado. Simplemente ha sido un mal partido y puede resumirse en lo que ha ocurrido en el segundo cuarto. Si no recuerdo mal empezamos el partido bien, concentrados, con un parcial positivo... Pero en el segundo cuarto el equipo tuvo un bajón muy importante, para mi sobre todo en concentración. Igual que nos pasó contra el Joventut y que no ocurrió ante el Khimki", reflexionó. El futuro inmediato dictaminará si se ha aprendido la lección.