málaga. Reza el dicho que tres son multitud, pero desde luego con tres jugadores implicados no basta para hacer frente a un rival necesitado y al que el transcurso del partido fue poco a poco alimentando de autoestima. Fernando San Emeterio y Fabien Causeur trataron de echarse a las espaldas el peso de un equipo ayer muerto, y obviamente no pudieron arrastrarlo a la victoria.
Los dos exteriores que ayer formaron en el quinteto inicial del Baskonia fueron, junto a Milko Bjelica, los únicos que creyeron en algo en la cita del Carpena. Desde el inicio del choque buscaron la victoria. Y cuando ya parecía evidente que resultaba un objetivo inalcanzable, al menos trataron de implicar al resto en la búsqueda de una derrota digna, que al final no llegó a producirse porque todo lo que remaban ambos acababa encontrando respuesta fácil en el otro lado del campo ante la evidente apatía que mostraba la mayor parte de sus compañeros en defensa.
Ante un rival que fue creciendo gracias al apoyo de su afición, a la dinámica favorable que le reportaba la marcha del duelo y su propio acierto, habrían hecho falta muchos más jugadores implicados.