vitoria. El Khimki cerró ayer la fase regular de la potente VTB League, una competición que engloba a un total de veinte equipos procedentes del Este de Europa, con una agónica victoria (82-81) ante el Krasnye Krylia. Un providencial triple de Petteri Koponen, uno de los jugadores más en forma de los que dispone en la actualidad Rimas Kurtinaitis que ya se erigió la semana pasada en el MVP de la duodécima jornada de la Euroliga, permitió al conjunto de la periferia de Moscú conseguir el liderato del grupo A. Tras la disputa de las pertinentes 18 jornadas, su balance ha sido idéntico al firmado por el Unics Kazan con un total de 14 victorias y 4 derrotas.

Al exterior finlandés no le tembló el pulso a falta de solo 17 segundos para dar la puntilla al Krasnye Krylia -dirigido por el legendario Sergei Bazarevich- y cerrar un laborioso encuentro que, tras ser dominado de cabo a rabo por el inminente rival baskonista con ventajas superiores a la decena de puntos, se le complicó hasta límites insospechados en el último cuarto. Sin embargo, el Khimki no mostró en esta ocasión la contundencia de la que ha hecho gala como anfitrión desde el comienzo de la Euroliga y dejó algunas esperanzadoras dudas en vísperas de recibir al Caja Laboral en un choque dramático de cara a la conquista de una de las cuatro primeras posiciones del grupo F del Top 16. Dado lo mucho que se juega este viernes ante los pupilos de Zan Tabak, Kurtinaitis tomó algunas decisiones hasta cierto punto comprensibles. El técnico lituano excluyó de la convocatoria a su principal bastión interior (Paul Davis) y no concedió ningún minuto al veterano Matt Nielsen.

El conjunto moscovita evidenció ayer que no vive exclusivamente de la inmensa clase de Zoran Planinic, cuyos números (8 puntos, 2 rebotes y 3 asistencias) no fueron tan explosivos como acostumbra. Sin embargo, otros elementos dieron un paso al frente como lo muestra que cinco jugadores sobrepasaran la barrera de los 10 puntos. Fueron concretamente Koponen (16), Loncar (16), Monya (14), Fridzon (13) y Vyaltsev (13). El Khimki tampoco acusó el hecho de que el casillero anotador de otras dos piezas capitales de su proyecto, léase los estadounidenses Augustine y Rivers, acabara inédito.