vitoria. La irregularidad del Caja Laboral de Zan Tabak, que es la misma que rezumaba el de Dusko Ivanovic a comienzos de temporada, no parece a simple vista resultado de una generación espontánea. El resultado final de la receta no es más que el cúmulo de lo que ofrecen buena parte de sus ingredientes. El equipo es bipolar porque alberga a varias piezas irregulares al extremo y parece descabezado porque tras muchas idas y venidas, parches y despidos más o menos acertados, sigue sin disponer de una dirección de juego de garantías.
A Zan Tabak, que sigue removiendo la mezcla en busca del resultado idóneo, no se le escapan estos detalles. Sabe el preparador balcánico que buena parte de los problemas que está exhibiendo el equipo en partidos a priori sencillos tiene mucho que ver con la escasa motivación de sus hombres. La polémica de Atenas, donde el anuncio de una multa colectiva por bajo rendimiento acabó desencadenando la marcha de Carlos Cabezas, despedía en todo caso un tufo de injusticia que puede obviarse en los análisis. Tabak, desde fuera, parece que lo está haciendo.
No puede meterse a todos los jugadores en el mismo saco, aunque las limitaciones numéricas del cesto provoquen que un par de manzanas podridas puedan pudrirlo entero. Existen diferentes grados de motivación y relajación. La responsabilidad, no obstante, debe ser compartida. Pero Tabak ha decidido realizar cambios, que habrá que ver qué recorrido tienen cuando lleguen los compromisos de mayor voltaje. Quién sabe si por buscar precisamente esa sacudida que devuelva la tensión, el croata ha realizado en los últimos partidos modificaciones en el quinteto inicial. Thomas Heurtel y Maciej Lampe, los dos jugadores que más titularidades habían acumulado durante la temporada, han cedido su puesto a Pleiss y Cook.
Es muy probable que Tabak busque con esta medida una reacción en dos referentes del equipo que se encuentran en el punto de mira de la afición. Sus más que discretas actuaciones en los últimos partidos, más por aparente falta de compromiso que de acierto, han generado muchas críticas, pero el entrenador azulgrana es plenamente consciente de que necesita de ambos para aspirar a competir por los títulos.