vitoria. Sobre el actual Caja Laboral se han vertido infinidad de críticas, muchas de ellas merecidas y otras quizá algo exageradas. Su juego dista mucho de ser lo suficientemente sólido y carece de una plantilla tan rutilante como las del pasado reciente que haga soñar al baskonismo con grandes conquistas de aquí al mes de junio. Estando hoy en día tan lejos del nivel mostrado durante sus épocas más inolvidables que le granjearon el respeto y la admiración de sus rivales, sin embargo, le sobra para transitar con una suficiencia inapelable por la cada vez más devaluada ACB.
Su estado de bienestar a nivel doméstico contrasta sobremanera con las máximas urgencias en la Euroliga, donde se encuentra obligado prácticamente a hacer un pleno en las cinco jornadas que restan para concluir el Top 16 si quiere avanzar hacia los cuartos de final. Por mucho que su potencial se esté viendo resentido con el paso de los años, en parte debido a la deriva económica de las arcas a la hora de salir al mercado, conserva dentro de la Liga Endesa un gen ganador y un oficio incuestionables que, en ocasiones, son suficientes para alumbrar éxitos casi por pura inercia. Sus incontables cicatrices en el cuerpo le han curtido lo suficiente para mostrar su jerarquía ante los adversarios de la zona media-baja de la tabla clasificatoria y tutear a los dos grandes. Como consecuencia de todo ello, el conjunto vitoriano está igualando hoy en día los mismos registros de su segunda mejor fase regular a lo largo de la historia.
Con un excelente bagaje de 19 victorias y 4 derrotas en su casillero, figura en un plácido segundo lugar y en tierra de nadie. Únicamente el CAI Zaragoza (88-75), el Real Madrid (83-81) y su bestia negra del Blusens en dos ocasiones (68-77 y 84-70) han dado con la pócima para destapar la vulnerabilidad azulgrana desde finales de septiembre del año pasado. Ni por encima, donde un Real Madrid tocado por una varita mágica le saca tres cuerpos de ventaja, ni por debajo, donde sus tres perseguidores (Barcelona, Bilbao Basket y Gran Canaria) deben recurrir a un prismático para distinguir la figura alavesa al contar con cinco triunfos menos, se ve envuelto en algún tipo de apreturas.
El 19-4 constituye un bagaje idéntico al que se cosechó en cuatro ejercicios anteriores (1997-98, 2003-04, 2004-05 y 2009-10). La única ocasión en que el Baskonia mejoró estas prestaciones tuvo lugar en la campaña 2008-09, es decir la primera del segundo ciclo de Dusko Ivanovic, un técnico que siempre se distinguió por imponer un ritmo frenético desde la pretemporada. A esta misma altura de la competición, totalizaba la friolera de 21 triunfos por apenas dos traspiés. No obstante, aquel equipo donde brillaban, entre otros, Pablo Prigioni, Tiago Splitter, Igor Rakocevic o Pete Mickeal acabaría perdiendo de forma amarga el título liguero en la gran final ante el Barcelona tras un letal triple de Gianluca Basile en el asalto inicial que puso las cosas cuesta arriba.
un récord a tiro A falta de once jornadas para que se inicie el tramo realmente caliente que supone un plus de interés para el aficionado, el Caja Laboral todavía tiene a tiro la posibilidad de firmar la mejor fase regular desde su nacimiento. Su tope histórico son las 28 victorias, aunque para ello se verá en la tesitura de tener que ganar prácticamente todos los partidos que faltan hasta el próximo 19 de mayo, fecha en que se ha fijado la última jornada. Y esa no es una tarea al alcance de la mano cuando no hay objetivos de por medio. A nadie le extrañaría que la tropa adiestrada por Zan Tabak se deje llevar y sacrifique victorias domésticas a cambio de concentrar los cinco sentidos en la Euroliga, donde su margen de error se ha reducido hasta límites insospechados tras encadenar cinco fracasos consecutivos.
La tarea de desbancar al Real Madrid, que este domingo visita el Fernando Buesa Arena con apenas una mancha en su impoluto expediente, se ha convertido casi en una utopía debido al estratosférico ritmo impuesto por los blancos. De aquí al inicio de los play off por el título, el calendario incluye citas exigentes y otras, a priori, más asequibles. Los alaveses afrontarán cinco duelos en casa (el citado Real Madrid, el Lagun Aro, el Valladolid, el Manresa y el Estudiantes) y seis desplazamientos (Joventut, Unicaja, Bilbao Basket, Fuenlabrada, Murcia y Canarias). El gran mérito del Baskonia es haber ganado en pistas tan complejas como La Fonteta de Valencia, La Roca de Las Palmas o, el pasado domingo, el Palau Blaugrana de Barcelona.