Vitoria. Está en la sombra, agazapado, con cara de sueño y sin elevar la voz, pero está y con el paso de las semanas comienza a erigirse en una de las grandes referencias de este ciclotímico Caja Laboral. Nemanja Bjelica es un líder en la sombra. El combo serbio, talento puro, sabe también vestirse el mono azul cuando resulta preciso. Y ayer lo hizo en el Palau Blaugrana.

En un duelo que pudo haberse decantado del lado del conjunto catalán tan sólo por el escandaloso número de rebotes ofensivos que capturó (un total de 22), la brega del serbio permitió equilibrar un poco la balanza para evitar que el conjunto culé dispusiera de una segunda oportunidad, cuando no de una tercera, en casi todos sus ataques.

El de ayer, pese a todo, fue un triunfo colectivo. Fabien Causeur puso su grano de arena. El exterior galo está creciendo. Poco a poco comienza a asumir la desaparición de la red de seguridad que le confería la presencia de Brad Oleson y da la impresión de que empieza a creer en sí mismo y en que puede llegar a convertirse en una pieza importante. El equipo necesita que lo sea. Su asociación con Lampe impulsó al equipo.