Vitoria. No hace falta retrotraerse mucho en el tiempo para encontrar la horma del zapato azulgrana que calza Zan Tabak. De hecho, apenas hay que mirar dos años atrás para toparse con la última vez que el Baskonia enlazó cinco derrotas consecutivas en la Euroliga. Fue en la temporada 2010-11 cuando, tras arrancar la fase regular ganando a Maccabi de Tel Aviv y Asseco Prokom, el equipo dirigido entonces por Dusko Ivanovic se vino abajo sin motivo aparente para sorpresa de todos. La caída, idéntica a la actual en número de golpes, tenía entonces el salvoconducto de producirse en mitad de la primera fase, con tiempo y partidos por delante para erradicarla. Algo con lo que el Caja Laboral actual no cuenta. Curiosamente, el récord que hasta ahora ostentaba Ivanovic en solitario tuvo su punto de partida en la visita que los vitorianos realizaron al Khimki en la tercera jornada. Aquel día los 18 puntos de San Emeterio y los 12 rebotes de Stanko Barac no fueron suficientes para imponerse al equipo que entrenaba Sergio Scariolo, y el Baskonia acabó perdiendo 64-60.
No lo sabían aún, pero esa derrota supondría el inicio de la que hasta ahora era la peor racha azulgrana en la competición continental. Tras ella dejarían escapar también el siguiente choque, contra el Zalgiris en el Buesa Arena (88-92). En la tercera fue el Partizan el que impidió que los alaveses se recuperaran de su mala racha en el Pionir, y una semana después sería el Maccabi el encargado de colocar la cuarta derrota seguida en el casillero baskonista venciendo en el Nokia Arena 81-70. La gota que colmó el vaso de la paciencia azulgrana tuvo como protagonista de nuevo al Asseco Prokom, que asaltó el pabellón de Zurbano (75-81) y dejó sin aire a un Caja Laboral en el que Dusko Ivanovic empezaba ya a escuchar sus primeros pitos. Sin embargo, cuando empezaban a despedirse del Top 16, consiguieron sumar tres triunfos seguidos en las últimas jornadas de la fase regular y clasificarse para la siguiente ronda hasta llegar a los cuartos de final, donde el Maccabi les empujó fuera de la Final Four.