vitoria. Zan Tabak tuvo que lidiar ayer con la que fue, posiblemente, su rueda de prensa más complicada desde que dirige al Caja Laboral desde mediados de noviembre del año pasado. Como cabía esperar, apenas habló sobre la balsámica victoria ante el Gran Canaria que sirvió para dejar atrás cuatro derrotas consecutivas y sí mucho, en cambio, sobre los problemas extradeportivos y la marejada dentro del vestuario. Al croata se le vio tirante e incluso algo arisco a la hora de responder a algunas preguntas incómodas. Su tremendo enojo tras la filtración de lo ocurrido nada más concluir el choque en El Pireo quedó más que patente.
"Cuando entras en un vestuario con 12 ó 14 años, te enseñan una cosa que es código de vestuario o código de equipo o de reuniones. Las cosas que se hacen dentro del vestuario se quedan allí dentro, esta es mi única respuesta", criticó de entrada. El preparador balcánico recordó que los trapos sucios deben lavarse dentro y es obvio que, tras este incidente, van a quedar unas heridas muy difíciles de cicatrizar. "Obviamente, ha sido alguien que no ha respetado a su equipo, al club y a este técnico", constituyó el dardo que lanzó al jugador que supuestamente ha violado ese sagrado código de conducta.
Sin pelos en la lengua y con un discurso concluyente, Tabak continuó abordando lo sucedido tras el partido ante el Olympiacos. "No sé de dónde sacáis el tema de la discusión. Esto que pasa en el vestuario se queda allí. Si alguien que ha estado dentro de esta discusión, quiere hablar distinto, que lo diga. Yo, que estoy dentro de este deporte desde los 14 años, no hablaré nunca con vosotros ni de lo bueno ni de lo malo que pasa entre mis jugadores", confesó.
Cuestionado sobre si se siente respaldado por las altas esferas baskonistas tras este episodio, tampoco dejó margen para la duda. "Cien por cien, sí. ¿La plantilla? Se lo debéis preguntar a ellos. Tengo la sensación de que sí por lo que han demostrado ahora. Si queréis saber más, comentarles a ellos", instó Tabak, que atribuyó la victoria ante los insulares exclusivamente al radical cambio de actitud experimentado por el colectivo. "Todo esto que se ha escrito ha afectado al equipo y el grupo seguramente ha querido demostrar que está unido y preparado para seguir", precisó.
La enésima ausencia de Carlos Cabezas también salió a relucir. La conclusión es que, si el timonel andaluz no entra en sus planes, es exclusivamente por motivos técnicos. "No hay ningún mensaje implícito. No es la primera vez que no juega. Estoy bastante cansado de hablar de los tres bases. Meto a la pista a quien pienso que debe jugar. Yo veo los entrenamientos, veo a la gente entrenando y sé lo que cada jugador puede dar de sí. Sólo una persona tonta puede pensar que trabajaré en contra de mí mismo. No sé de dónde sale esto. Acabamos ya con la cuestión de los tres bases", zanjó de raíz.
Respecto a la victoria en sí, Tabak resaltó el hecho de que "el partido se ha decidido en la parte defensiva" y alabó "el gran esfuerzo, las ganas y la energía" demostradas por el Baskonia. "Estas cualidades no las hemos tenido en los últimos encuentros. Hoy -por ayer- han vuelto a aparecer", se congratuló Tabak, que eso sí evitó lanzar las campanas cuando se le inquirió sobre si este triunfo será por fin el preludio de una reacción definitiva. "Tras tres o cuatro derrotas, no se puede decir que estábamos muertos ni ahora, por ganar un partido, tampoco se puede comentar que estos problemas se han dejado atrás. Hemos sentado unas buenas bases que pueden permitirnos trabajar adelante con tranquilidad. Las sensaciones y la confianza de los jugadores son más positivas que antes", destacó.