vitoria. En el deporte el tiempo es un lujo que muchos no pueden permitirse. Cuando juega a tu favor es un bálsamo que calma los nervios y ayuda a ver los problemas con perspectiva. En contra es un enemigo que te sitúa en el centro de la diana cuando desearías estar a miles de kilómetros de distancia. Hoy, el tiempo se convierte en un rival más para los azulgranas. Menos de 48 horas después de la primera gran crisis deportiva -y extradeportiva- de la aún incipiente era Tabak, el Caja Laboral se planta de nuevo ante su público para comprobar si la grada del Buesa Arena tiene algo que decir al respecto. A estas alturas nadie duda de que los seguidores que acudirán al pabellón en esta fría mañana lo harán para animar a los suyos. Pero si hay algo que el Buesa no acepta es la indolencia, y ese es, precisamente, el gran pecado capital que observaron en algunos jugadores el pasado viernes frente a Olympiacos.
Con la polémica de la bronca en el vestuario baskonista sobrevolando el ambiente, el cuadro vitoriano recibe a las 12.00 horas al Herbalife Gran Canaria del exazulgrana Pedro Martínez. Lo hará, salvo sorpresa, con todos sus efectivos disponibles, excepto el aún lesionado David Jelinek. Aunque el escolta de origen checo ha acortado los plazos de su recuperación -fijada en principio para tres semanas- todo apunta a que retrasará su incorporación al equipo el duelo del jueves frente al Maccabi de Tel Aviv. Teniendo en cuenta que esta semana no ha entrenado ningún día con sus compañeros, su presencia en la cancha este mediodía se antoja enormemente complicada.
un rival complicado Los alaveses se enfrentan a un conjunto canario que en sus últimas 25 visitas a Vitoria sólo ha conseguido llevarse el triunfo en dos ocasiones, aunque intentará pescar en río revuelto y sorprender en su feudo a un Caja Laboral que hasta ahora había encontrado en la competición doméstica la tranquilidad de la que carece en la Euroliga, donde enlaza ya cuatro derrotas consecutivas.
O al menos así era hasta la estrepitosa derrota contra el Blusens Monbus de la pasada jornada. El Herbalife, por su parte, cambia el sol canario por la nieve alavesa una semana después de caer en el CID ante el Ucam Murcia por 68-78. Ambos equipos tienen mucho por lo que luchar, pero nadie duda de que el Caja Laboral se juega más que un partido en un Buesa Arena que, hoy más que nunca, dictará sentencia.