vitoria. Ayer expiró el plazo para efectuar fichajes en la Euroliga y lo cierto es que los dieciséis clubes supervivientes dentro de la competición apenas realizaron movimientos significativos para reforzar sus plantillas. El dinero no fluye a borbotones como lo hacía antaño en casi ningún lugar, de ahí que a la mayoría no le quedase más remedio que quedarse como estaba. A partir de ahora, ya no podrán registrarse nuevos movimientos de entrada. Ni siquiera la hipotética lesión de un jugador que vaya a mermar el potencial de los equipos abre la puerta a la posibilidad de contratar una cara nueva que cubra dicho vacío.
De los grandes colosos continentales, solo el Olympiacos ha movido ficha con la incorporación del base-escolta Doron Perkins. El estadounidense, que acaba de finalizar su andadura en la liga china, alberga pocas opciones de debutar mañana ante el Caja Laboral. En el equipo entrenado por Bartzokas, ocupará la vacante dejada por Mantzaris tras su grave lesión de rodilla que le hará perderse lo que resta de temporada. Su acérrimo rival, el Panathinaikos, intentó sin éxito hasta el último momento reforzar su armazón. Su radar estaba orientado hacia el cuatro heleno Antonis Fotsis y el base puertorriqueño Walter Hodge -también tanteado por el Caja Laboral-, pero las elevadas pretensiones económicas del Emporio Armani y del Stelmet Zielona Gora frustraron su objetivo.
Quien sí hizo diana a la hora de fructificar las negociaciones fue el Zalgiris de Plaza, que se hizo casi sobre la campana con los servicios del timonel Donnie McGrath procedente del PAOK griego. El extécnico merengue ha visto así satisfecha su intención de encontrar un recambio para el díscolo Ibrahim Jaaber, que había abandonado semanas atrás el club lituano debido a sus convicciones religiosas. Para cubrir la sensible ausencia de Jankunas, en cambio, no llegó el dinero. Eso sí, el veterano poste Javtokas ya se encuentra a disposición del catalán tras superar su grave lesión.
Los conjuntos alemanes han sido los más activos conforme se acercaba el bocinazo final para concretar los movimientos. El Alba Berlín y el Brose Baskets, virtualmente eliminados de la Euroliga con una y cero victorias respectivamente pese a que todavía resta por disputarse la segunda vuelta del Top 16, han querido quemar sus últimos cartuchos. Los berlineses han sumado para la pintura al rocoso poste francés Ali Traoré, mientras que el antiguo equipo de Tibor Pleiss hizo oficial ayer la contratación del trotamundos exbaskonista Matt Walsh. Días antes, también había inscrito en la máxima competición continental a otro viejo conocido de la ACB como Jeremiah Massey.
¿Y el Baskonia? Como era su deber, la entidad del Buesa Arena sopesó hasta el último día la posibilidad de introducir alguna novedad en el engranaje de Zan Tabak y, de hecho, los ofrecimientos de los agentes han sido incesantes a lo largo de los últimos días. Dos controvertidas posiciones eran especialmente susceptibles de ser mejoradas para aumentar los recursos de un plantel insuficiente en comparación con otros. En concreto, el juego interior -huérfano de músculo y kilos- así como una dirección de juego donde Omar Cook se halla en el disparadero debido a su pésimo rendimiento.
Sin embargo, las evidentes limitaciones económicas han disuadido una vez más a Josean Querejeta a la hora de incorporar un jugador que ilusione a una masa social algo desencantada por la reciente espiral de derrotas. En vísperas de afrontar el asalto a la cuarta ACB de la historia, llegará una nueva oportunidad para reforzar los cimientos de un equipo que, desde la venta de Brad Oleson al Barcelona, no consigue levantar cabeza.