vitoria. El Barcelona dispone de una ocasión de oro para confirmar el enorme crecimiento que ha experimentado en las últimas semanas. El equipo de Xavi Pascual parte como indiscutible favorito en la final con la que se cerrará una Copa en el Buesa Arena que da la impresión de que ha llevado un grado de complicación descendente para los catalanes. Tras desbrozar el camino con la eliminación de Madrid y Caja Laboral, les aguarda en la final el Valencia Basket.
El conjunto de Velimir Perasovic, que ayer se deshizo con mucha más comodidad de la esperada del Gran Canaria, ha crecido también unos cuantos enteros a lo largo de un torneo al que llegó hecho unos zorros y cargado de dudas. En poco o nada se parecen el rival que hoy se medirá al Barça con el combinado enfermizo y endeble que visitó este mismo escenario hace apenas dos semanas. Aunque eso no significa que haya crecido lo suficiente como para plantar cara a un Barça que se muestra muy por encima del resto.
Con Navarro aparentemente recuperado y otros jugadores, como Ante Tomic o Marcelinho Huertas, en un gran estado de forma, el equipo catalán lo tiene todo de cara para volver a igualar al Madrid en ese mano a mano de títulos coperos por el que pelean. Tras haber caído el pasado año en su casa ante el equipo de Laso, el triunfo en la final liguera y el de los cuartos de Vitoria puede volver a trasladar toda la presión a la capital, sobre todo cuando el cuadro culé dispone de todo de cara para abandonar el Buesa Arena como el gran ganador de esta competición.
Antes, eso sí, debe imponerse a un Valencia Basket que ha alimentado su maltrecha autoestima y encara la final sin presión y con toda la ilusión imaginable. El Barça ha mostrado una enorme solidez y se antoja muy superior a su rival, pero quizá esta Copa de Vitoria tenga aún una sorpresa guardada. Los taronja confían en ello.