Vitoria. Zan Tabak era ayer un entrenador satisfecho, aunque cauto. Cada elogio a su equipo y sus jugadores era puntualizado inmediatamente con un pero, un aviso sobre los, a su juicio, numerosos aspectos en los que cabe capacidad de mejora.
"Estoy contento con la defensa que hemos practicado en algunos momentos, hemos evolucionado en este sentido". Y a continuación: "No me gusta que en algunos momentos nos volvemos blandos. Prefiero estar en bonus al tercer minuto de cada cuarto que defender blando".
El croata dio otra de cal al destacar la fortaleza mental mostrada por sus jugadores cuando el Olympiacos apretaba o incluso se adelantaba en el marcador. "Estoy muy satisfecho porque era muy difícil hacer creer a los jugadores que podíamos ganar al Olympiacos después de dos derrotas en la primera fase. Creerme que el trabajo mental ha sido bueno y era muy necesario". Y la de arena: "Todavía nos caemos, hoy nos ha pasado tras un buen inicio y eso no me gusta".
Pero no hay mal que por bien no venga y es que "hace un mes nos habríamos derrumbado y ahora sabemos sufrir, reponernos y manejar estas situaciones". Lo dicho, palito y zanahoria. Una estrategia evidentemente diferente a la de su antecesor Ivanovic aunque, por sus palabras, da la impresión de que irá endureciendo su discurso y su exigencia a medida que vea más fuerte a su plantilla.
"Hoy hemos ganado pero aún hay muchas cosas que mejorar. Y no se hace en un día. Me da miedo que este triunfo nos pueda afectar en el siguiente partido. Cuando llegué me encontré un equipo muy débil y todavía tengo miedo de que nos pueda volver a pasar". Aviso de Tabak.