Vitoria. Dicen que cada maestrillo tiene su librillo y así lo está dejando entrever Zan Tabak desde que tomase las riendas del Caja Laboral en detrimento de Dusko Ivanovic a mediados del mes pasado y alumbrara una nueva era. El ideario baloncestístico de ambos entrenadores balcánicos incluye numerosas similitudes, como así se deduce de una escuela de procedencia que ante todo enarbola la bandera de una áspera defensa, pero su gestión de la plantilla baskonista carece de punto de comparación según se desprende de la política de rotaciones y la cuota de minutos que cada elemento disfruta sobre la pista.
Tres integrantes relegados bajo la batuta del preparador montenegrino a un papel residual o con un peso específico menor del esperado, casos de Heurtel, Milko Bjelica y Lampe, han revivido con el brusco cambio de timón protagonizado por Josean Querejeta para enderezar el maltrecho rumbo de un grupo moribundo que se desangraba sin cesar. El base galo y el cuatro balcánico, posiblemente los jugadores más cuestionados desde el arranque de ejercicio con permiso de Rochestie y que han formado parte de todas las quinielas para abandonar el club bien durante el pasado mercado estival bien en estos albores de curso, han dejado entrever su utilidad dentro del engranaje tras aquella aciaga tarde ante el Blusens que precipitó la mayor convulsión de los últimos tiempos alrededor de una entidad abonada a una permanente estabilidad en el banquillo.
No en vano, han pasado de promediar poco más de diez minutos a casi doblar esta cifra. A Heurtel, consciente de que el error ya no implica un castigo automático, se le aprecia más suelto y con una renovada confianza para desplegar ese juego, por momentos, alocado y algo anárquico que constituye una moneda al aire. A falta de muchas horas de vuelo para concluir un proceso de maduración que se intuye tortuoso debido a su escasa capacidad para transmitir seguridad a los compañeros y liderar con garantías el colectivo, resulta cuando menos una buena noticia que sus virtudes sean aprovechadas y se le consienta una mínima libertad para que su esencia como jugador no se evapore. En el caso de Milko Bjelica, lastrado al inicio de campaña por unos problemas físicos derivados de la participación en el Preeuropeo con su selección, sus números también han mejorado de forma ostensible. Sin embargo, su falta de potencia física le deja en evidencia en partidos de elevado fuste donde debe emparejarse a postes mucho más fornidos y corpulentos.
todos importantes Lampe, cuya química con Ivanovic no era la ideal, es el tercer agraciado por esta nueva filosofía puesta en práctica por Tabak. El polaco, algo apático en varios encuentros que soliviantaron al baskonismo durante la anterior etapa, juega de media la friolera de nueve minutos más. Y ello es posible, en parte, a su novedoso reciclaje al puesto de cuatro a lo largo de ciertos tramos para simultanear su presencia con Tibor Pleiss. La compatibilidad entre los dos techos azulgranas permite al Caja Laboral, entre otras cosas, aumentar su capacidad de intimidación bajo los aros y hacerse fuerte en el rebote, una de las facetas donde más progresos ha efectuado.
Y es que, tras seis partidos al frente del conjunto alavés, saldados con cinco victorias y una derrota pero la sensación de que este Baskonia continúa sin carburar con la solidez deseable, Tabak comienza a imponer su sello. Sorprende su propensión a utilizar en la mayoría de los encuentros a únicamente dos de los tres bases en nómina o el reparto equitativo de minutos entre todos los componentes. Nadie juega más de veintiocho minutos y nadie hace acto de presencia para ser un simple convidado de piedra durante un corto intervalo de tiempo. Esa idea de economizar al máximo los esfuerzos no era puesta en práctica siempre por Ivanovic, con quien Nemanja Bjelica y San Emeterio bordeaban la treintena.
Cualquier medida será bienvenida para terminar de levantar a un Caja Laboral que, con todo lo que ha llovido hasta la fecha y sin hacer gala de la fortaleza inherente a un aspirante a los títulos, se ha encaramado al segundo puesto de la ACB y tiene a tiro el billete para el Top 16 de la Euroliga.