Vitoria. El siempre caprichoso calendario ha querido que mañana se encuentren sobre el parqué de Illumbe dos conjuntos que están protagonizando sendas temporadas marcadas por la irregularidad y los problemas. De esta manera, Lagun Aro y Caja Laboral escenificarán un derbi en el que ambos buscan una importante bombona de oxígeno. El conjunto local arrastra un pésimo balance de ocho derrotas y una única victoria y precisa de un cambio de rumbo radical si quiere escapar a tiempo de los problemas. Sin embargo, en el otro lado de la pista se va a topar con un contendiente necesitado igualmente de buenas noticias y que tras la victoria en el último suspiro sobre el Armani Milán parece haber recobrado fuerzas.

Así lo considera por lo menos Sito Alonso. "Yo creo que tal y como iba el partido ese resultado les ha dado un voto de confianza. El partido estaba muy cuesta arriba, el Milán alcanzó 16 puntos de ventaja en el segundo cuarto y parecía que tenía el encuentro controlado y la verdad es que la reacción del Baskonia fue muy buena. Sobre todo en el último cuarto. Llegaron a tener todas las opciones para ganar el partido y al final una canasta increíble de Heurtel hizo que fuera posible el milagro que parecía que no iba a suceder tal y como iba. Yo creo que les habrá dado moral y sobre todo cuando han tenido unos cambios en las últimas semanas. Es importante para ellos venir de una forma positiva", argumentó el preparador del cuadro donostiarra.

En cualquier caso, Alonso quiso dejar claro que su principal desvelo no es ni mucho menos las condiciones en las que se encuentra el Baskonia sino, muy al contrario, el rendimiento que pueda ofrecer su propio equipo. "Habría sido mejor quizás para nosotros que no hubieran conseguido ganar pero yo creo que en estos momentos no nos importa cómo venga el rival. Lo más importantes es cómo afrontemos el partido nosotros. Nunca nos ha preocupado más el adversario que nuestro propio funcionamiento. Hoy más que nunca está claro que es más importante la evolución del Lagun Aro que cualquier rival que pueda venir a competir", significó.

Precisamente dentro de esta línea de autocrítica, el máximo responsable del banquillo donostiarra -que en los prolegómenos del encuentro recibirá el premio que le distingue como el mejor entrenador de la ACB de la pasada temporada- asumió sin ambages que su equipo presenta graves deficiencias, aunque también lanzó un mensaje de esperanza. "Es verdad que las cosas no están funcionando pero creo que el equipo ha entendido el mensaje que el club ha manifestado y le ha dado y va a intentar reaccionar, espero que con muy buena actitud, el domingo -por mañana-", precisó.

Por último, Alonso se refirió al relevo que se ha vivido en el banquillo del Baskonia. "El anterior proyecto, o sea, Dusko Ivanovic ha marcado una época, le ha dado unas señas de identidad propias por las que se reconoce el estilo del Baskonia y Zan Tabak ha tenido muy pocos días para cambiar cosas. Es difícil hacer una valoración ahora porque lleva muy poco tiempo".