Vitoria. Nemanja Bjelica será mañana de la partida ante el Olympiacos en lo que constituirá la enésima oportunidad que se le presenta al Baskonia para reengancharse al vagón que conduce hacia el Top 16. Tras perderse el último choque doméstico en La Fonteta ante el Valencia Basket, el jugador balcánico confirmó ayer que no quiere perderse bajo ningún concepto un duelo crucial donde están en juego gran parte de las opciones de supervivencia del equipo de Ivanovic en el torneo continental. "No recuerdo si recibí un golpe ante el Cedevita. Sentí un fuerte dolor que me dejó molestias. Es el partido más importante de la temporada y estaré seguro al cien por cien", resaltó ayer el protagonista tras la sesión de trabajo en la que pudo reintegrarse al grupo.

Su reaparición se antoja crucial para dar la réplica al conjunto heleno, que tiene precisamente en el puesto de cuatro a dos de sus grandes peligros. Se trata del macedonio Pero Antic, un consumado triplista que se mueve lejos del aro, y del estadounidense Kyle Hines, un atlético y móvil pívot que no rehúye el juego de espaldas al aro pese a no alcanzar los dos metros de altura. Incluso los versátiles Giorgios Printezis, renacido con respecto al triste poste que vistió en su día la elástica del Unicaja, y Stratos Perperoglou, considerado el último traidor en el país heleno tras dejar el pasado verano en la estacada al Panathinaikos, pueden amoldarse a una posición que está proporcionando buenos réditos al conjunto entrenado por Georgios Bartzokas.

El precario estado físico de Milko Bjelica y la alarmante baja forma de Maciej Lampe, cuya actitud ha dejado mucho que desear en algunos duelos recientes, también convierten al internacional plavi en una figura determinante del actual engranaje azulgrana. Hasta esta pequeña lesión que ha frenado sus evoluciones, Nemanja Bjelica estaba siendo, también con sus imperfecciones, la pieza más solvente desde el arranque de temporada. Ha tardado más tiempo de lo esperado en explotar su talento y erigirse en uno de los buques insignia, pero el Caja Laboral ya ha logrado su propósito de encontrar un nuevo tesoro con el que llenar sus arcas de dinero.