vitoria. Andrés Nocioni dio ayer la cara para poner voz al sentimiento de un vestuario que se encuentra tan dolido como el resto del baskonismo tras los últimos reveses recibidos. El alero argentino, voz autorizada tanto por la experiencia como por los méritos acumulados, reconoció que en su fuero interno la plantilla del Caja Laboral se siente en deuda con la afición azulgrana tras la pésima imagen mostrada en algunas citas en las que el equipo se jugaba su futuro continental.

"Sentimos una sensación de deuda por lo que ha pasado en los últimos partidos de Euroliga", reconoció el Chapu, "y pienso que esa sensación nos puede ayudar a dar el máximo en este próximo partido". El argentino, uno de los pocos que con más o menos ha dado la cara en todos los partidos, incluidos esos en los que de repente parecía víctima de inexplicables apagones colectivos, aseguró que ve al equipo muy "motivado" y en disposición de buscar la redención en el encuentro ante el actual campeón continental, en el que una derrota esta vez sí que dejaría al cuadro baskonista prácticamente eliminado.

"Tenemos que ganar. Se nos han escapado varios partidos y debemos estar preparados para ganar el viernes, porque es un partido muy importante para nosotros y todos esperamos que las cosas vayan como vamos visualizando", deseó el veterano jugador argentino, para quien parece claro que antes incluso de detenerse a valorar los puntos fuertes o débiles del rival, que tiene muchos en ambos casos, lo importante es que la plantilla examen de conciencia y analice detenidamente cuáles son las causas de esta exasperante bipolaridad.

"Hay que darle la vuelta esta semana. Obviamente conocemos bien a sus jugadores y sabemos lo que pueden dar en la cancha. Pero más o menos uno va preparando el partido y hasta ahora hemos pensado más que nada en nosotros, en lo que hemos hecho bien y mal. Tratamos de estar de la mejor manera y pensar en positivo", expuso.

Nocioni, que desde que arrancó el presente curso se ha mostrado en ocasiones excesivamente acelerado, ofreció su opinión acerca de la intensidad que por momentos a algunos de sus compañeros les ha faltado y a él sobrado. "Más que más o menos intensidad hay que encontrar el modo correcto de actuar según el rival", señaló. "A veces jugar de manera fuerte no es la solución. En defensa sí que hay que tener intensidad, pero no hay que trasladarla al ataque porque a veces conduce a la precipitación", añadió un Nocioni que, fiel a su forma de entender las cosas, relativizó el hecho de haber sido galardonado con el nombramiento de MVP de la pasada jornada de la ACB.

"Es un robo a mano armada, con 26", bromeó. "Pero bueno, ¿qué le vamos a hacer? Lo siento por la ACB pero no soy un partidario de la valoración. Hay otras maneras de valorar lo que un jugador hace en la cancha. Pasó en la Copa del Rey en Sevilla cuando Rudy se llevó el MVP y lo debería haber sido Luis (Scola). La valoración no determina quién es el mejor de la jornada. No creo que yo haya merecido ser MVP por arriba de Fabien (Causeur)", se sinceró Nocioni, que al mismo tiempo envió un globo de confianza al escolta galo, que en Valencia pudo haber encontrado el partido que requería para romper definitivamente para poder comenzar a exponer la calidad que propició su contratación.

Nocioni, en todo caso, no fue el único peso pesado del vestuario que habló ayer. El capitán, Fernando San Emeterio, también quiso transmitir tranquilidad a la afición y relativizó una angustia clasificatoria que le importa menos que los problemas internos. "Estamos 1-4 como podríamos estar 4-1", aseguró el cántabro, que como capitán abogó también por trabajar en el plano anímico y centrarse en los propios asuntos antes incluso de en el potencial del rival o de cada uno de sus jugadores. De uno u otro modo, y como queda claro a través de la opinión de dos de los grandes referentes del equipo, la plantilla siente que tiene una deuda con la grada del Buesa Arena. El viernes llega el momento de saldarla.