Vitoria. Bozidar Maljkovic lleva muchos años en la batalla. Es perro viejo. El veterano técnico croata lo ha ganado casi todo y afronta ahora un reto mayúsculo en su país al frente de un Cedevita que nace con vocación de ocupar un vacío histórico. Buen amigo de Dusko Ivanovic, se ha hecho cargo de un equipo muy joven, reforzado con jugadores que no han acabado de triunfar en otros destinos, y esta noche se presenta con piel de cordero a una cita de la que el Caja Laboral sólo puede salir victorioso si desea que el cántaro de la lechera no se rompa antes de tiempo.
El conjunto azulgrana se presenta a un compromiso envenenado y en el que los croatas ya han escogido el papel de víctima. Desde que arrancó el torneo con una derrota que rozaba los treinta puntos de desventaja ante el Zalgiris, todo el mundo concedió al Cedevita la vitola de cenicienta de este complicado grupo. Y es probable que, por potencial y trayectoria, tenga todas las papeletas para quedarse fuera a las primeras de cambio. Sin embargo, en el discurso de su experimentado preparador trasluce la intención de querer restar presión a sus pupilos, que aún no conocen la victoria este año en Euroliga, para trasladársela a un Caja Laboral que ha agotado el margen de error y en cuyas cuentas entra obtener hoy un triunfo en Zagreb.
"Todo está de su parte", sentenciaba ayer Maljkovic, dispuesto a vestirse la piel de cordero a las puertas de un partido que su equipo, según ha asegurado, afronta con la tranquilidad de quien se sabe sin opciones. "Creo que ya no podemos entrar en el Top 16", proseguía con su discurso victimista el hombre que hace un lustro, en la temporada 2001/2007, llevó las riendas del TAU que se coló en la Final Four de Atenas.
"Desafortunadamente para nosotros y afortunadamente para ellos, mi amigo Dusko Ivanovic podrá disponer de todos sus jugadores", añadía Maljkovic, en referencia al hecho de que, por primera vez en lo que va de torneo, el conjunto azulgrana se presenta a una cita continental con todos sus efectivos disponibles. "Como equipo lo tienen todo. Tienen centímetros para el rebote, jugadores que anotar de fuera, mucho talento... El Caja Laboral es un equipo muy poderoso y desgraciadamente para nosotros llegan aquí justo después de haber completado su mejor partido de la temporada contra el Barcelona. Intentaremos plantarles cara, a pesar de que todo, altura, velocidad y capacidad atlética, está de su parte", concluía Maljkovic. Resulta evidente que un entrenador con su historial, al margen de que sus palabras puedan estar cargadas de verdad, quiera tirar de antemano un partido. Su objetivo, no cabe duda, pasa por hacer que sus jugadores se sacudan la presión y den el pequeño paso al frente que requieren para sumar al fin una victoria que ya la pasada semana llegaron a acariciar ante el Olympiacos.
Ante el vigente campeón del torneo, que oposita a convertirse en el principal rival del Baskonia por evitar la quinta plaza, el combinado croata tuvo el triunfo en sus manos. Pero le faltó la experiencia de la que el cuadro heleno anda sobrado y acabó claudicando (79-77). Aun así, la mejora en el juego del Cedevita y en su capacidad para plantar cara a un rival de primer nivel continental resultó evidente. Ivanovic, que tampoco anda cojo en discurso, habrá advertido a sus jugadores de que el equipo al que se van a encontrar en el Sportova no será el mismo que cayó por 28 puntos ante el Zalgiris, por 12 ante el Emporio Armani de Scariolo o por 19 ante el todopoderoso Anadolu Efes. Además, recupera para la cita a un veterano que regresa tras una larga lesión como Marko Tomas, un jugador capaz de aportar ese punto de sangre fría en los momentos decisivos que tanto han echado en falta.
Será la primera vez que ambos equipos se vean las caras. Es, no en vano, la primera participación del Cedevita en la máxima competición continental y el Caja Laboral tiene a tiro la posibilidad de acelerar que esa aventura se prolongue lo justo. Un triunfo baskonista en Zagreb, más allá de mantener al equipo vitoriano en la pelea por una de las cuatro primeras plazas, supondría la eliminación casi definitiva de un rival que de lo contrario podría meterse en la pomada.
Tras el extraordinario ejercicio de autoridad del domingo ante el Barça, llega el momento de la verdad. Un Baskonia que se ha mostrado en cierto modo bipolar y que regresa a Europa tras el doloroso batacazo de la pasada semana ante el Efes debe demostrar que sigue creciendo tanto en juego como en mentalidad. Hoy dispone de una ocasión pintiparada para disipar las dudas de los que aún no creen.