Vitoria. Una por defecto y la otra por exceso, lo cierto es que las dos áreas que cierran el juego baskonista, la del juego interior y la de la dirección, no han terminado de trasladar la consistencia necesaria en esta pretemporada. Por contra, el perímetro del equipo, entendido éste sin la figura del base, no parece que vaya a tener problemas de rendimiento en el curso que está a punto de comenzar.

El culebrón del verano en el seno del club azulgrana ha reflejado los intentos de la directiva por buscar acomodo a Thomas Heurtel. El galo es un base de calidad y proyección pero el pasado año demostró que todavía le queda un punto de cocción para poder manejarse entre los mejores del continente. La idea, como es ya bien sabido, era que alcanzara esa perseguida madurez sobre la cancha en un equipo que se hiciera cargo de, al menos, la mitad de su ficha. Pero no es época de dispendios en la ACB y, o mucho cambian las cosas, o el francés formará parte del trío de bases a las órdenes de Dusko Ivanovic. Tras la negativa estival del Cajasol de Aíto García Reneses se apuntó, hace unos días, el interés del Blancos de Rueda Valladolid, aunque parece una opción remota.

Un factor, el de los tres bases, que, al parecer, agrada al preparador montenegrino. Normal. Todo técnico es feliz con una amplia nómina de jugadores donde elegir. La cruz de la moneda es que la manija del equipo está en manos de dos nuevas incorporaciones y uno de los jugadores de la plantilla con los que menos contó el entrenador el pasado curso. Como resultado se ha visto a un equipo falto de coherencia en el ataque en estos partidos de preparación. Habrá que matizar este factor, ya que, del mismo modo, habrá que conceder a los nuevos un periodo de asimilación de los rígidos conceptos implantados por el montenegrino.

Pese a no haber disputado nunca la Euroliga ni una liga tan competitiva como la ACB, Taylor Rochestie ha demostrado en el Preeuropeo y en la liga francesa sus posibilidades y se confía en que no se le haga grande el reto que supone pertenecer al Caja Laboral. En similar situación se encuentra Cabezas, cuyo rendimiento es una incógnita. El junior de oro es un jugador de calidad pero que se debe, en buena parte, a lo físico. A priori, parece que encaja a la perfección en la filosofía duskista pero este extremo deberá demostrarlo sobre el parqué tras dos años alejado de la élite competitiva.

Por lo tanto la inconsistencia que denota la posición que originará el juego gasteiztarra se debe a la pura juventud. De unos, en el equipo; del otro, vital. La conclusión es que este apartado mejorará, el quid de la cuestión reside en el cuándo y la excesiva alternancia en la dirección no es la mejor receta para esta adaptación.

Si seguimos la progresión natural del juego, habrá que echar un vistazo a la amenaza exterior del equipo. Aquí la característica es la abundancia y la fiabilidad. La recién estrenada capitanía de Fernando San Emeterio deberá, en teoría, hacerle dar un paso al frente, aunque, en honor a la verdad, poco más puede hacer el cántabro, de un rendimiento extraordinario en su etapa baskonista. Junto a él, como tres, estará Nocioni. Carácter y pundonor para alentar a un equipo que deberá rendir al cien por cien si espera conquistar las altas cotas que se ha propuesto.

Los escoltas serán Oleson y Causeur. El alasqueño mejora campaña tras campaña y es, después de la salida de Teletovic, el mejor lanzador del plantel si no lo rebate el nuevo fichaje galo. Causeur ha demostrado poseer un buen tiro y ser un jugador completo en estos primeros lances. Su ambición es también un halo de esperanza. Por si fuera poco, Nemanja Bjelica, que este año parte como ala pívot, no se olvida de sus orígenes -incluso llegó a jugar de dos con Stevislav Pesic durante su etapa en el Estrella Roja- y podría regresar, en ocasiones puntuales, al perímetro.

De hecho, el serbio será una de las claves del rendimiento del equipo en esta campaña. Nemanja ha escondido su apatía en los últimos tiempos y se está mostrando como el jugador que apuntaba. Su manejo de balón y sus 2,09 son dos características de muy difícil conjunción y, bien desde la pintura, bien desde la línea de tres, se trata de un jugador determinante y con un talento descomunal además de poseer aún un amplio margen de mejora.

Junto a él, Maciej Lampe se antoja como el otro puntal del equipo amén de aportaciones seguras como las de San Emeterio y Nocioni o de otras que puedan florecer a lo largo de la campaña como las de Rochestie, Cabezas, Causeur... Quién sabe. Lo que es seguro es que si el poste escandinavo mantiene su nivel durante el año sin resentirse demasiado de las habituales lesiones que le azotan, hablamos de uno de los mejores postes del continente.

Junto a ellos, Milko Bjelica intentará demostrar que su estado de forma en la mitad de la campaña anterior -su partido en el Iradier ante el Barcelona es buen ejemplo de aquel periodo- no fue casual y que el club no se equivocó al renovarle para este curso. Por su parte, Pleiss ha demostrado que es un jugador válido aunque todavía ha de mejorar en ciertos aspectos. No obstante, el espigado poste alemán podría ser otra perla en bruto por su constitución, fundamentos y, dicen, buena cabeza, característica no lo suficientemente valorada en demasiadas ocasiones. A ellos se les unirá, por lo menos durante las dos primeras semanas de competición, el madrileño Hernández Sonseca, primer retal de un equipo acostumbrado a los zurcidos a lo largo de la campaña.

Así las cosas, se prevé un Baskonia inconsistente desde la dirección en un principio aunque esto deberá mejorar, ya que hay material para ello. De la salud de los pívots dependerá la amenaza desde la pintura, aunque este mismo factor presagia alguna incorporación a lo largo de la temporada. La primera, la de Sonseca, ya se ha dado pero se deberá asentar el juego en la pintura como cimiento de todo equipo que se plantee metas como las apuntadas por la plantilla baskonista. Y todo hace indicar que el perímetro será la principal amenaza ofensiva del equipo. Defensivamente también parece solvente, característica que deberán corroborar asimismo los postes del equipo, algo faltos de tonelaje.