"El Baskonia no paró cuando yo me fui o cuando Luis (Scola) se fue, cuando Calderón se fue, Tiago (Splitter) se fue... Esto es una rueda; el club sigue, los jugadores pasan". La capitanía azulgrana en la presente temporada ha sido otorgada a Fernando San Emeterio, tal y como informó el club a lo largo de la semana que nos ocupa. Sin embargo, declaraciones como ésta de Andrés Nocioni dan a entender el peso que tendrán los jugadores veteranos en un club en constante alteración, al menos, en el aspecto referido a su plantel.
Las distancias, cada vez mayores, que separan a los clubes modestos de los pudientes y, dentro de estos, a los futboleros del segundo escalón del baloncesto estatal no sirven de pretexto en una de las entidades más autoexigentes del panorama FIBA. Acostumbrados a disputar un puesto de honor en el campeonato continental, la decepción sufrida el pasado año con la expulsión de la Euroliga a las primeras de cambio han repercutido en el subconsciente colectivo, más cauta que nunca. Igualmente cauto, aunque para nada conformista, se ha mostrado la plantilla del equipo que dirige Dusko Ivanovic en estos días previos al arranque de la competición oficial. "Queremos poner al Baskonia en el lugar en el que tiene que estar y creo que el lugar donde tiene que estar es siempre peleando para llegar a la Final Four. Si llegamos, mucho mejor, es la ilusión que tenemos", explicaba el alero de Santa Fe.
Una pretemporada que, dentro de los débiles augurios que dispone, está mostrando la mejor cara de un Nemanja Bjelica cuyo sprint final de temporada en el curso anterior fue una llamada a la esperanza para quien se atisbaba como el nuevo referente baskonista. Él mismo lo reconocía, anteponiendo el rendimiento colectivo al personal: "Es un año para dar un paso adelante. Especialmente porque el pasado curso pude alcanzar un buen nivel a final de temporada. Jugué bien pero el equipo no llegó a la final (de la ACB). Éste es mi tercer año aquí, tengo ahora más experiencia y haré lo posible para mejorar y, sobre todo, para colaborar a que el equipo mejore".
Bjelica hacía, de esta manera, opulencia de una ambición extendida entre los integrantes de este nuevo proyecto, aunque también exhibió una calculada precaución de cara al torneo continental, ya que en su opinión, el Caja Laboral ha caído en "el grupo más difícil". Olympiacos, Anadolu Efes, Zalgiris, Cedevita y Emporio Armani serán los correosos rivales bakonistas en esta campaña de redención. Un extremo que ponderaba Causeur para arrojar una mirada valiente y optimista: "Para mí también es el más difícil, pero, por otro lado, si llegamos al Top 16 significará que los hemos hecho dejando atrás a equipos importantes y estaremos mejor preparados para afrontar la segunda fase". No obstante, Nemanja admitía que la plantilla "quiere ganar un título". "Especialmente por esta afición, tenemos la mejor de la Liga. Queremos hacerlo por ellos, por la ciudad y por nosotros, porque necesitamos ganar un título y sabemos que podemos", razonaba.
Esta mentalidad no es propiedad de la experiencia. Las nuevas incorporaciones del equipo alavés la han interiorizado en tiempo récord. Con tan sólo unas horas de convivencia en el grupo, Taylor Rochestie corroboraba este extremo: "Siempre compites para llegar a finales, es nuestro reto. Competir lo más duro que podamos para llegar a todas las finales que podamos". Más aún. El norteamericano definió con naturalidad y sencillez la filosofía que ha encumbrado al club. "Estar en un equipo que juega duro, para ganar cualquier partido y que trata de ganar un gran campeonato es un reto excitante para mí", concedía.
Carlos Cabezas, uno de los fichajes del que se espera asuma galones en el vestuario, señalaba el horizonte baskonista con idénticas ansias de triunfos. "Vamos a competir al máximo nivel en todas las competiciones que tengamos por delante... Levantar un título sería un sueño. Vamos a intentar luchar por todos, estoy en un club con mucha ambición", remarcaba.
Todo ello dentro del año en que el Baskonia estrenará el nuevo Buesa Arena en la competición europea. Un aliciente para los azulgrana que debe desalentar a todos y cada uno de los invitados a este templo del basket. "Aquí nadie va a ganarnos fácil", advertía Nemanja. "Sé que podemos jugar bien contra cualquiera y daremos el máximo. Lo más importante es dar el cien por cien y a partir de ahí...".