vitoria. Había muchas ganas en Vitoria por contemplar por primera vez el potencial del nuevo proyecto baskonista. Pero no quedaron reflejadas en la asistencia al Buesa Arena. Contra pronóstico, el coliseo azulgrana registró una entrada bastante pobre para el partido que supuso el estreno del equipo azulgrana ante su público.

Los 6.000 espectadores que acudieron al pabellón de Zurbano, pese a todo, evidenciaron su sed de baloncesto desde el primer momento. En un partido en el que no había casi nada en juego, un amistoso venido a más por la solera que va adquiriendo su condición de Trofeo Diputación, el público vitoriano elevó la temperatura a lo largo del partido. Sobre todo cuando Bourousis se puso gallito con los jugadores azulgranas.

El reencuentro entre equipo y afición sirvió asimismo como plebiscito para Dusko Ivanovic. Y el montenegrino lo pasó con nota. Apenas unas semanas después de que se hubiera especulado con su salida, algo que estuvo cerca de suceder, los aficionados acogieron al técnico con el cariño que suelen tributarle cada vez que pisa el parqué del Buesa. Podría decirse incluso que la ovación que ayer recibió el preparador balcánico fue, si cabe, más sonora que las que recibió en algunos de los encuentros de la insípida temporada pasada. Dos cosas quedaron claras: la afición ha renovado su ilusión en la capacidad de Ivanovic y no le va a resultar nada fácil al Baskonia llenar un pabellón con más de 15.000 butacas.