Vitoria. De la comedida reestructuración de la plantilla del Caja Laboral para este curso 2012-13, la posición más incierta es la que originará el juego baskonista. Pese a la opulencia, en el aspecto cuantitativo, que ostenta el plantel este curso desde el puesto de base, la incertidumbre sobre la permanencia de Heurtel condiciona, en cierto grado, el análisis a futuro del timón azulgrana. Habrá que poner en solfa, pues, la Santísima Trinidad que se atisba en la dirección, ya que la continuidad del galo está en el aire. Ni siquiera el pitido inicial que dé comienzo a la competición borrará esta incertidumbre, ya que en la Liga ACB se puede fichar o despedir cuando a uno le plazca.
Una lástima, lo de la incertidumbre, puesto que una de las pocas cosas que el aficionado medio tenía claro era la oposición de estilos entre Cabezas y Heurtel. El propio malagueño lo corroboraba tras unos pocos minutos compartidos por ambos sobre el parqué. "He visto que somos bases diferentes", confirmaba. Sobre Rochestie, alegó que como "todavía no se ha entrenado con el equipo", no lo conoce "aún al cien por cien". Y él mismo se describió como un jugador ya veterano: "En estas últimas temporadas, con la experiencia que he cogido, creo que me puedo definir como un base que trata de dirigir al equipo, de tomar responsabilidades en los finales de partido. Con los años he ido ganado cierto tempo. Con la juventud, ese pundonor que tenía muchas veces me llevaba a hacer cosas buenas y otras no tanto, y ahora eso lo he regulado un poco más". El junior de oro ve esta situación como "una competencia sana que hay en el equipo", por lo que cada uno de ellos deberá "ganarse los minutos y luego el entrenador decidirá".
De la misma opinión es el otro fichaje que tendrá la responsabilidad de dirigir al equipo. Taylor Rochestie, montenegrino de pasaporte, norteamericano de nacimiento -también de pasaporte, por supuesto-, bromista, afable y desenfadado, asumía también que "esta situación, en la práctica, aportará a los tres más competencia y nos hará mejores". "Creo que es beneficioso para el equipo porque si los tres mejoramos, el equipo mejora. Es cuestión de que los jugadores lo llevemos bien de manera individual para que el equipo lo note de manera positiva", reconocía asumiendo, como Cabezas, que este triunvirato en la dirección de juego pervivirá.
La descripción de su carácter no es gratuita. A pesar de no haber compartido minuto alguno sobre el parqué, la breve convivencia entre ambos ya les ha otorgado cierta compenetración como mostraba Rochestie interrumpiendo una entrevista del base malagueño para poner en práctica, con sorna, sus breves avances con la lengua de Cervantes. "Taylor Rochestie es mi mejor amigoooou", susurraba a la oreja del malagueño frente a las cámaras. Desparpajo que parece poseer también sobre la cancha a tenor de los números que jalonan su carrera.
Habrá que esperar para ver cómo se compenetran sobre la cancha y si, finalmente, Heurtel será otra pieza de este Baskonia 2012-13. De lo que no cabe duda es de la implicación con la que ambos encaran este nuevo reto en su carreras. "Estoy feliz por estar en un equipo que juega duro, para vencer en cualquier partido y que trata de ganar un gran campeonato. Es un reto excitante para mí", se sinceraba, ahora más solemne, Rochestie. Mientras, Cabezas abogaba por "competir al máximo nivel en todas las competiciones para levantar un título, eso sería un sueño". Ojalá que ese sueño se haga realidad.