Vitoria. El Caja Laboral va a iniciar la temporada con overbooking en el puesto de base. Dusko Ivanovic va a encontrarse en las próximas horas con tres jugadores en esa demarcación, toda vez que ayer el club dio definitivamente por finalizadas las negociaciones con el Cajasol para la cesión de Thomas Heurtel y que la contratación de Carlos Cabezas va a cobrar carácter oficial en cuestión de horas.
El fichaje del base malagueño está cerrado. La directiva de Josean Querejeta aguardaba a resolver el tema de Heurtel para anunciar la contratación de un jugador que, sobre todo por su experiencia y su condición de cupo, viene a cubrir el importante boquete que dejó la marcha de Pablo Prigioni a los Knicks. En el Baskonia, como en el metro, lo de dejen salir antes de entrar se ha convertido en una norma inviolable en cuanto a las contrataciones estos últimos años. Pero Heurtel, al menos por el momento, no va a salir del vagón azulgrana.
El timonel galo, relegado a un anonimato desalentador durante buena parte de la pasada campaña, no entra en los planes de Dusko Ivanovic para el nuevo proyecto. Cabezas, sí. Pero ambos compartirán vestuario con el otro uno reclutado durante el estío, Taylor Rochestie, hasta que el club encuentre una salida para el francés, preferiblemente en calidad de cedido -aunque podría incluso contemplarse su venta-, en un futuro más o menos próximo. Lo que parece claro es que Rochestie y Heurtel, un dúo que generaba muchas dudas tanto a los aficionados como a los rectores del club vitoriano, no conformarán la pareja de bases del nuevo Caja Laboral. En principio, van a formar parte de un trío.
Carlos Cabezas llega para aportar el contrapunto de pausa y experiencia que Ivanovic siempre quiere tener en al menos uno de sus directores de juego. El acuerdo con el jugador es pleno. El base formado en la cantera de Unicaja, que solicitaba en un principio un contrato de dos años, ha acabado por ceder ante la insistencia de Josean Querejeta de limitar a uno la relación contractual. No tiene por qué ser malo para el jugador, que podrá asomarse al espejo de la Euroliga, quién sabe si para cautivar nuevos pretendientes de cara al año que viene, o seguir el ejemplo de Prigioni, otro veterano que llegó el pasado verano a Vitoria generando muchas dudas y firmando sólo por una temporada pero cuya marcha ha supuesto un duro golpe a la planificación del nuevo curso.
Cabezas, que está previsto que empiece a trabajar a las órdenes de Dusko Ivanovic esta misma semana, llegará a Vitoria después de haber firmado su mejor temporada -desde un punto de vista numérico- en la ACB con el CAI. Los 9,2 puntos, 3,15 asistencias, casi 3 rebotes y 13,3 de valoración que promedió la campaña pasada en el combinado maño bastaron para seducir a la directiva del Caja Laboral, que harta de esperar a que se cerrara la cesión de Heurtel, hará oficial su contratación en cuestión de horas.