Vitoria. La directiva del Caja Laboral no está encontrando demasiadas facilidades este verano para armar la plantilla con la que pretende volver a seducir a una afición un tanto desencantada tras dos años de sequía. A Josean Querejeta y su equipo de colaboradores se les agota el tiempo para rematar un equipo de garantías. Siguen pagando el peaje de la inesperada marcha de Pablo Prigioni, que cuando tenía prácticamente firmada su renovación recibió una llamada de Nueva York a la que no se pudo resistir. La salida del timonel argentino, uno de los cimientos del nuevo proyecto, ha abierto un boquete de dimensiones insondables en una demarcación clave y los rectores de la entidad azulgrana se han visto obligados a realizar más de un movimiento para tratar de minimizar los daños. Aunque, por el momento, esa maniobra se está viendo condicionada ante la imposibilidad de encontrar un equipo al que prestar al galo Thomas Heurtel. El Cajasol, el candidato más interesado de cuantos han ido surgiendo en las últimas semanas, aseguró ayer que da por cerrada la plantilla tras la incorporación del alero Brian Asbury, procedente del Green Tops Netanya israelí. Y a pesar de que en las oficinas de Zurbano aún se confía en que pudiera alcanzarse un acuerdo, se comienzan a contemplar otros posibles destinos para el joven director de juego galo.
El principal problema de esta situación radica en que la directiva baskonista había condicionado el fichaje de un nuevo base -la negociación con Cabezas llegó a estar cerca de cerrarse la pasada semana- a la salida de Heurtel, para el que ya se empiezan a escuchar ofertas de clubes de su país, donde goza de un excelente cartel. La ACB, en todo caso, se contemplaba como la primera opción. Principalmente por el nivel del torneo. Pero las opciones se agotan y, tras haberse esfumado las alternativas de Gran Canaria, Obradoiro y Fuenlabrada, la de Sevilla se presume -o se presumía al menos hasta ayer- como la única viable.
En las oficinas del Buesa Arena no se descarta por completo la posibilidad de alcanzar aún un acuerdo con el Cajasol, a pesar de que la postura del club andaluz en cuanto a los porcentajes de asunción de su ficha no colmaba las expectativas iniciales. Entretanto, y a pesar de que Aíto García Reneses se había convertido en el principal defensor de la operación, fuentes del club hispalense aseveraban ayer que no tenían previstos más refuerzos antes de que arranque la competición oficial. Habrá que ver si se trata de una maniobra para presionar al Baskonia, toda vez que el tiempo corre ahora en su contra.
Heurtel, que el viernes mantuvo reposo a causa de unos problemas gástricos, volvió a ejercitarse ayer a las órdenes de Dusko Ivanovic en una sesión que contó con la novedad de Fernando San Emeterio, de vuelta tras el permiso especial concedido por la directiva. A la espera de que el día 29 se una al grupo Nocioni y de que se resuelva de una u otra manera el asunto de Heurtel, el montenegrino sigue preparando la temporada bajo mínimos.